cantando
Éxodo Capítulo 23:13
Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.
Éxodo Capítulo 23:14
Tres veces en el año me celebraréis fiesta.
Éxodo Capítulo 23:15
La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.
Éxodo Capítulo 23:16
También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.
Éxodo Capítulo 23:17
Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor.
Éxodo Capítulo 23:18
No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.
Éxodo Capítulo 23:19
Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
Éxodo Capítulo 23:20
He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Éxodo Capítulo 23:21
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Éxodo Capítulo 23:22
Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Éxodo Capítulo 23:23
Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
Éxodo Capítulo 23:24
No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.
1 Reyes Capítulo 17:1
Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
1 Reyes Capítulo 17:2
Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
1 Reyes Capítulo 17:3
Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
1 Reyes Capítulo 17:4
Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
1 Reyes Capítulo 17:5
Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
1 Reyes Capítulo 17:6
Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
1 Reyes Capítulo 17:7
Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.
1 Reyes Capítulo 17:8
Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
1 Reyes Capítulo 17:9
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
1 Reyes Capítulo 17:10
Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
1 Reyes Capítulo 17:11
Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
1 Reyes Capítulo 17:12
Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
1 Reyes Capítulo 17:13
Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
1 Reyes Capítulo 17:14
Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
1 Reyes Capítulo 17:15
Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
1 Reyes Capítulo 17:16
Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
1 Reyes Capítulo 17:17
Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.
1 Reyes Capítulo 17:18
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?
1 Reyes Capítulo 17:19
El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.
1 Reyes Capítulo 17:20
Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
1 Reyes Capítulo 17:21
Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
1 Reyes Capítulo 17:22
Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
1 Reyes Capítulo 17:23
Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.
1 Reyes Capítulo 17:24
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
1 Reyes Capítulo 18:1
Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.
1 Reyes Capítulo 18:2
Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.
1 Reyes Capítulo 18:3
Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.
1 Reyes Capítulo 18:4
Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua.
1 Reyes Capítulo 18:5
Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.
1 Reyes Capítulo 18:6
Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue separadamente por otro.
1 Reyes Capítulo 18:7
Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?
1 Reyes Capítulo 18:8
Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías.
1 Reyes Capítulo 18:9
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?
1 Reyes Capítulo 18:10
Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado.
1 Reyes Capítulo 18:11
¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías?
1 Reyes Capítulo 18:12
Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.
1 Reyes Capítulo 18:13
¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?
1 Reyes Capítulo 18:14
¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?
1 Reyes Capítulo 18:15
Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.
1 Reyes Capítulo 18:16
Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías.
1 Reyes Capítulo 18:17
Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?
1 Reyes Capítulo 18:18
Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.
1 Reyes Capítulo 18:19
Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
1 Reyes Capítulo 18:20
Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
1 Reyes Capítulo 18:21
Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
1 Reyes Capítulo 18:22
Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
1 Reyes Capítulo 18:23
Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.
1 Reyes Capítulo 18:24
Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.
1 Reyes Capítulo 18:25
Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.
1 Reyes Capítulo 18:26
Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.
1 Reyes Capítulo 18:27
Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.
1 Reyes Capítulo 18:28
Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.
1 Reyes Capítulo 18:29
Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.
1 Reyes Capítulo 18:30
Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.
1 Reyes Capítulo 18:31
Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,
1 Reyes Capítulo 18:32
edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
1 Reyes Capítulo 18:33
Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.
1 Reyes Capítulo 18:34
Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,
1 Reyes Capítulo 18:35
de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.
1 Reyes Capítulo 18:36
Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
1 Reyes Capítulo 18:37
Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.
1 Reyes Capítulo 18:38
Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
1 Reyes Capítulo 18:39
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!
1 Reyes Capítulo 18:40
Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.
1 Reyes Capítulo 18:41
Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.
1 Reyes Capítulo 18:42
Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
1 Reyes Capítulo 18:43
Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.
1 Reyes Capítulo 18:44
A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.
1 Reyes Capítulo 18:45
Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.
1 Reyes Capítulo 18:46
Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.
Salmos Capítulo 115:1
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.
Salmos Capítulo 115:2
¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?
Salmos Capítulo 115:3
Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.
Salmos Capítulo 115:4
Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.
Salmos Capítulo 115:5
Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;
Salmos Capítulo 115:6
Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
Salmos Capítulo 115:7
Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
Salmos Capítulo 115:8
Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
Salmos Capítulo 115:9
Oh Israel, confía en Jehová; El es tu ayuda y tu escudo.
Salmos Capítulo 115:10
Casa de Aarón, confiad en Jehová; El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Salmos Capítulo 115:11
Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Salmos Capítulo 115:12
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá; Bendecirá a la casa de Israel; Bendecirá a la casa de Aarón.
Salmos Capítulo 115:13
Bendecirá a los que temen a Jehová, A pequeños y a grandes.
Salmos Capítulo 115:14
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
Salmos Capítulo 115:15
Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos Capítulo 115:16
Los cielos son los cielos de Jehová; Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
Salmos Capítulo 115:17
No alabarán los muertos a JAH, Ni cuantos descienden al silencio;
Salmos Capítulo 115:18
Pero nosotros bendeciremos a JAH Desde ahora y para siempre. Aleluya.
Salmos Capítulo 116:1
Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas;
Salmos Capítulo 116:2
Porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días.
Salmos Capítulo 116:3
Me rodearon ligaduras de muerte, Me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo hallado.
Salmos Capítulo 116:4
Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma.
Salmos Capítulo 116:5
Clemente es Jehová, y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios.
Salmos Capítulo 116:6
Jehová guarda a los sencillos; Estaba yo postrado, y me salvó.
Salmos Capítulo 116:7
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien.
Salmos Capítulo 116:8
Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar.
Salmos Capítulo 116:9
Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes.
Salmos Capítulo 116:10
Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera.
Salmos Capítulo 116:11
Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.
Salmos Capítulo 116:12
¿Qué pagaré a Jehová Por todos sus beneficios para conmigo?
Salmos Capítulo 116:13
Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová.
Salmos Capítulo 116:14
Ahora pagaré mis votos a Jehová Delante de todo su pueblo.
Salmos Capítulo 116:15
Estimada es a los ojos de Jehová La muerte de sus santos.
Salmos Capítulo 116:16
Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; Tú has roto mis prisiones.
Salmos Capítulo 116:17
Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová.
Salmos Capítulo 116:18
A Jehová pagaré ahora mis votos Delante de todo su pueblo,
Salmos Capítulo 116:19
En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya.
Salmos Capítulo 134:1
Mirad, bendecid a Jehová, Vosotros todos los siervos de Jehová, Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
Salmos Capítulo 134:2
Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid a Jehová.
Salmos Capítulo 134:3
Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra.
Salmos Capítulo 135:1
Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová;
Salmos Capítulo 135:2
Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios.
Salmos Capítulo 135:3
Alabad a JAH, porque él es bueno; Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno.
Salmos Capítulo 135:4
Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, A Israel por posesión suya.
Salmos Capítulo 135:5
Porque yo sé que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.
Salmos Capítulo 135:6
Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Salmos Capítulo 135:7
Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; Hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos los vientos.
Salmos Capítulo 135:8
El es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia.
Salmos Capítulo 135:9
Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Contra Faraón, y contra todos sus siervos.
Salmos Capítulo 135:10
Destruyó a muchas naciones, Y mató a reyes poderosos;
Salmos Capítulo 135:11
A Sehón rey amorreo, A Og rey de Basán, Y a todos los reyes de Canaán.
Salmos Capítulo 135:12
Y dio la tierra de ellos en heredad, En heredad a Israel su pueblo.
Salmos Capítulo 135:13
Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.
Salmos Capítulo 135:14
Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y se compadecerá de sus siervos.
Salmos Capítulo 135:15
Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres.
Salmos Capítulo 135:16
Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;
Salmos Capítulo 135:17
Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas.
Salmos Capítulo 135:18
Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían.
Salmos Capítulo 135:19
Casa de Israel, bendecid a Jehová; Casa de Aarón, bendecid a Jehová;
Salmos Capítulo 135:20
Casa de Leví, bendecid a Jehová; Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.
Salmos Capítulo 135:21
Desde Sion sea bendecido Jehová, Quien mora en Jerusalén. Aleluya.
Proverbios Capítulo 16:2
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.
Isaías Capítulo 1:15
Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Isaías Capítulo 6:3
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Mateo Capítulo 6:1
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo Capítulo 6:2
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mateo Capítulo 6:3
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
Mateo Capítulo 6:4
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo Capítulo 6:5
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mateo Capítulo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo Capítulo 6:7
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
Mateo Capítulo 6:8
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mateo Capítulo 6:9
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Mateo Capítulo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Mateo Capítulo 6:11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mateo Capítulo 6:12
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Mateo Capítulo 6:13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo Capítulo 6:14
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Mateo Capítulo 6:15
mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mateo Capítulo 6:16
Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mateo Capítulo 6:17
Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,
Mateo Capítulo 6:18
para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo Capítulo 6:19
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mateo Capítulo 6:20
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mateo Capítulo 6:21
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Mateo Capítulo 6:22
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
Mateo Capítulo 6:23
pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
Mateo Capítulo 6:24
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo Capítulo 6:25
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mateo Capítulo 6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mateo Capítulo 6:27
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Mateo Capítulo 6:28
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
Mateo Capítulo 6:29
pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Mateo Capítulo 6:30
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Mateo Capítulo 6:31
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Mateo Capítulo 6:32
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Mateo Capítulo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo Capítulo 6:34
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo Capítulo 12:1
En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
Mateo Capítulo 12:2
Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.
Mateo Capítulo 12:3
Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;
Mateo Capítulo 12:4
cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?
Mateo Capítulo 12:5
¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?
Mateo Capítulo 12:6
Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.
Mateo Capítulo 12:7
Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;
Mateo Capítulo 12:8
porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Mateo Capítulo 12:9
Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos.
Mateo Capítulo 12:10
Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
Mateo Capítulo 12:11
El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
Mateo Capítulo 12:12
Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.
Mateo Capítulo 12:13
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.
Mateo Capítulo 12:14
Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.
Mateo Capítulo 12:15
Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
Mateo Capítulo 12:16
y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;
Mateo Capítulo 12:17
para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
Mateo Capítulo 12:18
He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio.
Mateo Capítulo 12:19
No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz.
Mateo Capítulo 12:20
La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.
Mateo Capítulo 12:21
Y en su nombre esperarán los gentiles.
Mateo Capítulo 12:22
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
Mateo Capítulo 12:23
Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?
Mateo Capítulo 12:24
Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
Mateo Capítulo 12:25
Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Mateo Capítulo 12:26
Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
Mateo Capítulo 12:27
Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Mateo Capítulo 12:28
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
Mateo Capítulo 12:29
Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
Mateo Capítulo 12:30
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Mateo Capítulo 12:31
Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
Mateo Capítulo 12:32
A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
Mateo Capítulo 12:33
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
Mateo Capítulo 12:34
¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Mateo Capítulo 12:35
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Mateo Capítulo 12:36
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Mateo Capítulo 12:37
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo Capítulo 12:38
Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
Mateo Capítulo 12:39
El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
Mateo Capítulo 12:40
Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Mateo Capítulo 12:41
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.
Mateo Capítulo 12:42
La reina del Sur se levantaráen el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Mateo Capítulo 12:43
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
Mateo Capítulo 12:44
Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
Mateo Capítulo 12:45
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
Mateo Capítulo 12:46
Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
Mateo Capítulo 12:47
Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
Mateo Capítulo 12:48
Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Mateo Capítulo 12:49
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
Mateo Capítulo 12:50
Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
1 Corintios Capítulo 6:9
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1 Corintios Capítulo 6:10
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1 Corintios Capítulo 6:11
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
1 Corintios Capítulo 6:12
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
1 Corintios Capítulo 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1 Corintios Capítulo 10:14
Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.
1 Corintios Capítulo 10:15
Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
1 Corintios Capítulo 10:16
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
1 Corintios Capítulo 10:17
Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
1 Corintios Capítulo 10:18
Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?
1 Corintios Capítulo 10:19
¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
1 Corintios Capítulo 10:20
Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Gálatas Capítulo 5:19
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
Gálatas Capítulo 5:20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
Gálatas Capítulo 5:21
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Gálatas Capítulo 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas Capítulo 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas Capítulo 5:24
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Gálatas Capítulo 5:25
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Gálatas Capítulo 5:26
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Efesios Capítulo 5:6
Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Efesios Capítulo 5:7
No seáis, pues, partícipes con ellos.
Efesios Capítulo 5:8
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Efesios Capítulo 5:9
(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
Efesios Capítulo 5:10
comprobando lo que es agradable al Señor.
Efesios Capítulo 5:11
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
Efesios Capítulo 5:12
porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
1 Tesalonicenses Capítulo 2:13
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
1 Juan Capítulo 4:1
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
1 Juan Capítulo 4:2
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
1 Juan Capítulo 4:3
y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
1 Juan Capítulo 4:4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
1 Juan Capítulo 4:5
Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
1 Juan Capítulo 4:6
Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
1 Juan Capítulo 4:7
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
1 Juan Capítulo 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
1 Juan Capítulo 4:9
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
1 Juan Capítulo 4:10
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
1 Juan Capítulo 4:11
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
1 Juan Capítulo 4:12
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
1 Juan Capítulo 4:13
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
1 Juan Capítulo 4:14
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
1 Juan Capítulo 4:15
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
1 Juan Capítulo 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
1 Juan Capítulo 4:17
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
1 Juan Capítulo 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
1 Juan Capítulo 4:19
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
1 Juan Capítulo 4:20
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
1 Juan Capítulo 4:21
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
1 Juan Capítulo 5:18
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
1 Juan Capítulo 5:19
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.