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Algunos temas bíblicos

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M ... / mente carnal

mente carnal

Mateo Capítulo 4:4

Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Lucas Capítulo 6:38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

Juan Capítulo 3:1

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

Juan Capítulo 3:2

Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Juan Capítulo 3:3

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Juan Capítulo 3:4

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Juan Capítulo 3:5

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Juan Capítulo 3:6

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Juan Capítulo 3:7

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Juan Capítulo 3:8

El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Juan Capítulo 3:9

Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?

Juan Capítulo 3:10

Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?

Juan Capítulo 3:11

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.

Juan Capítulo 3:12

Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

Juan Capítulo 3:13

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.

Juan Capítulo 3:14

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

Juan Capítulo 3:15

para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:17

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan Capítulo 3:18

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Juan Capítulo 3:19

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

Juan Capítulo 3:20

Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Juan Capítulo 3:21

Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Juan Capítulo 3:22

Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.

Juan Capítulo 3:23

Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Juan Capítulo 3:24

Porque Juan no había sido aún encarcelado.

Juan Capítulo 3:25

Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.

Juan Capítulo 3:26

Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.

Juan Capítulo 3:27

Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.

Juan Capítulo 3:28

Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

Juan Capítulo 3:29

El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.

Juan Capítulo 3:30

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

Juan Capítulo 3:31

El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

Juan Capítulo 3:32

Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

Juan Capítulo 3:33

El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.

Juan Capítulo 3:34

Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.

Juan Capítulo 3:35

El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

Juan Capítulo 3:36

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Juan Capítulo 14:1

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

Juan Capítulo 14:2

En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Juan Capítulo 14:3

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Juan Capítulo 14:4

Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.

Juan Capítulo 14:5

Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

Juan Capítulo 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan Capítulo 14:7

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Juan Capítulo 14:8

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Juan Capítulo 14:9

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Juan Capítulo 14:10

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Juan Capítulo 14:11

Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

Juan Capítulo 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan Capítulo 14:13

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Juan Capítulo 14:14

Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Juan Capítulo 14:15

Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Juan Capítulo 14:16

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

Juan Capítulo 14:17

el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

Juan Capítulo 14:18

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Juan Capítulo 14:19

Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.

Juan Capítulo 14:20

En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

Juan Capítulo 14:21

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Juan Capítulo 14:22

Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?

Juan Capítulo 14:23

Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

Juan Capítulo 14:24

El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Juan Capítulo 14:25

Os he dicho estas cosas estando con vosotros.

Juan Capítulo 14:26

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Juan Capítulo 14:27

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan Capítulo 14:28

Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.

Juan Capítulo 14:29

Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.

Juan Capítulo 14:30

No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.

Juan Capítulo 14:31

Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.

Romanos Capítulo 8:1

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos Capítulo 8:3

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

Romanos Capítulo 8:4

para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:5

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Romanos Capítulo 8:6

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Romanos Capítulo 8:7

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

Romanos Capítulo 8:8

y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Romanos Capítulo 8:9

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Romanos Capítulo 8:10

Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

Romanos Capítulo 8:11

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Romanos Capítulo 8:12

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;

Romanos Capítulo 8:13

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Romanos Capítulo 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:15

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Romanos Capítulo 8:16

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:17

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Romanos Capítulo 8:18

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Romanos Capítulo 8:19

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:20

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;

Romanos Capítulo 8:21

porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:22

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;

Romanos Capítulo 8:23

y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Romanos Capítulo 8:24

Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?

Romanos Capítulo 8:25

Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Romanos Capítulo 8:26

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Romanos Capítulo 8:27

Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Romanos Capítulo 8:28

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos Capítulo 8:29

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Romanos Capítulo 8:30

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

Romanos Capítulo 8:31

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Romanos Capítulo 8:32

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Romanos Capítulo 8:33

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

Romanos Capítulo 8:34

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Romanos Capítulo 8:35

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Romanos Capítulo 8:36

Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.

Romanos Capítulo 8:37

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Romanos Capítulo 8:38

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

Romanos Capítulo 8:39

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos Capítulo 10:17

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Romanos Capítulo 12:2

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Efesios Capítulo 4:1

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,

Efesios Capítulo 4:2

con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

Efesios Capítulo 4:3

solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

Efesios Capítulo 4:4

un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;

Efesios Capítulo 4:5

un Señor, una fe, un bautismo,

Efesios Capítulo 4:6

un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

Efesios Capítulo 4:7

Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

Efesios Capítulo 4:8

Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.

Efesios Capítulo 4:9

Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?

Efesios Capítulo 4:10

El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.

Efesios Capítulo 4:11

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

Efesios Capítulo 4:12

a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

Efesios Capítulo 4:13

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Efesios Capítulo 4:14

para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,

Efesios Capítulo 4:15

sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

Efesios Capítulo 4:16

de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Efesios Capítulo 4:17

Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,

Efesios Capítulo 4:18

teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;

Efesios Capítulo 4:19

los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

Efesios Capítulo 4:20

Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,

Efesios Capítulo 4:21

si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.

Efesios Capítulo 4:22

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,

Efesios Capítulo 4:23

y renovaos en el espíritu de vuestra mente,

Efesios Capítulo 4:24

y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Efesios Capítulo 4:25

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Efesios Capítulo 4:26

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

Efesios Capítulo 4:27

ni deis lugar al diablo.

Efesios Capítulo 4:28

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Efesios Capítulo 4:29

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Efesios Capítulo 4:30

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Efesios Capítulo 4:31

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Efesios Capítulo 4:32

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

1 Timoteo Capítulo 6:3

Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,

1 Timoteo Capítulo 6:4

está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,

1 Timoteo Capítulo 6:5

disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.

2 Timoteo Capítulo 3:5

que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Santiago Capítulo 1:22

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

1 Juan Capítulo 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.