Canadá
Génesis Capítulo 10:2
Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.
Génesis Capítulo 10:3
Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.
Génesis Capítulo 10:4
Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim.
Génesis Capítulo 10:5
De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
Génesis Capítulo 12:1
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Génesis Capítulo 12:2
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Génesis Capítulo 12:3
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Deuteronomio Capítulo 32:8
Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel.
Salmos Capítulo 22:27
Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Salmos Capítulo 67:4
Alégrense y gócense las naciones, Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah
Salmos Capítulo 72:8
Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra.
Isaías Capítulo 49:6
dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Mateo Capítulo 28:19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Mateo Capítulo 28:20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Marcos Capítulo 16:15
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Hechos Capítulo 1:8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos Capítulo 17:26
Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
Hechos Capítulo 17:27
para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
Hechos Capítulo 28:1
Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.
Hechos Capítulo 28:2
Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
Hechos Capítulo 28:3
Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.
Hechos Capítulo 28:4
Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
Hechos Capítulo 28:5
Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
Hechos Capítulo 28:6
Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
Hechos Capítulo 28:7
En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.
Hechos Capítulo 28:8
Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
Hechos Capítulo 28:9
Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
Hechos Capítulo 28:10
los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
Apocalipsis Capítulo 7:9
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;