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Algunos temas bíblicos

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W ... / preocupándose por el fin de los tiempos

preocupándose por el fin de los tiempos

Salmos Capítulo 23:1

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Salmos Capítulo 23:2

En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Salmos Capítulo 23:3

Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Salmos Capítulo 23:4

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Salmos Capítulo 23:5

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Salmos Capítulo 23:6

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Salmos Capítulo 91:1

El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.

Salmos Capítulo 91:2

Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.

Salmos Capítulo 91:3

El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.

Salmos Capítulo 91:4

Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.

Salmos Capítulo 91:5

No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,

Salmos Capítulo 91:6

Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.

Salmos Capítulo 91:7

Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.

Salmos Capítulo 91:8

Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos.

Salmos Capítulo 91:9

Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,

Salmos Capítulo 91:10

No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.

Salmos Capítulo 91:11

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.

Salmos Capítulo 91:12

En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.

Salmos Capítulo 91:13

Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.

Salmos Capítulo 91:14

Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

Salmos Capítulo 91:15

Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.

Salmos Capítulo 91:16

Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.

Isaías Capítulo 1:1

Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.

Isaías Capítulo 1:2

Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

Isaías Capítulo 1:3

El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

Isaías Capítulo 1:4

¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.

Isaías Capítulo 1:5

¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

Isaías Capítulo 1:6

Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Isaías Capítulo 1:7

Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.

Isaías Capítulo 1:8

Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.

Isaías Capítulo 1:9

Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

Isaías Capítulo 1:10

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

Isaías Capítulo 1:11

¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Isaías Capítulo 1:12

¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?

Isaías Capítulo 1:13

No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

Isaías Capítulo 1:14

Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.

Isaías Capítulo 1:15

Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.

Isaías Capítulo 1:16

Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;

Isaías Capítulo 1:17

aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.

Isaías Capítulo 1:18

Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Isaías Capítulo 1:19

Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;

Isaías Capítulo 1:20

si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

Isaías Capítulo 1:21

¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.

Isaías Capítulo 1:22

Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.

Isaías Capítulo 1:23

Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Isaías Capítulo 1:24

Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;

Isaías Capítulo 1:25

y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.

Isaías Capítulo 1:26

Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.

Isaías Capítulo 1:27

Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.

Isaías Capítulo 1:28

Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.

Isaías Capítulo 1:29

Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis.

Isaías Capítulo 1:30

Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.

Isaías Capítulo 1:31

Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Mateo Capítulo 6:25

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mateo Capítulo 6:26

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mateo Capítulo 6:27

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Mateo Capítulo 6:28

Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

Mateo Capítulo 6:29

pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Mateo Capítulo 6:30

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

Mateo Capítulo 6:31

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Mateo Capítulo 6:32

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Mateo Capítulo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo Capítulo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Mateo Capítulo 16:8

Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?

Mateo Capítulo 24:35

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Lucas Capítulo 5:1

Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.

Lucas Capítulo 5:2

Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.

Lucas Capítulo 5:3

Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

Lucas Capítulo 5:4

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

Lucas Capítulo 5:5

Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

Lucas Capítulo 5:6

Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

Lucas Capítulo 5:7

Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Lucas Capítulo 5:8

Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Lucas Capítulo 5:9

Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,

Lucas Capítulo 5:10

y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.

Lucas Capítulo 5:11

Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

Lucas Capítulo 5:12

Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Lucas Capítulo 5:13

Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

Lucas Capítulo 5:14

Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.

Lucas Capítulo 5:15

Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.

Lucas Capítulo 5:16

Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Lucas Capítulo 5:17

Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.

Lucas Capítulo 5:18

Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.

Lucas Capítulo 5:19

Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.

Lucas Capítulo 5:20

Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.

Lucas Capítulo 5:21

Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?

Lucas Capítulo 5:22

Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?

Lucas Capítulo 5:23

¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

Lucas Capítulo 5:24

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Lucas Capítulo 5:25

Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.

Lucas Capítulo 5:26

Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

Lucas Capítulo 5:27

Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.

Lucas Capítulo 5:28

Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.

Lucas Capítulo 5:29

Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.

Lucas Capítulo 5:30

Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?

Lucas Capítulo 5:31

Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

Lucas Capítulo 5:32

No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

Lucas Capítulo 5:33

Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?

Lucas Capítulo 5:34

El les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?

Lucas Capítulo 5:35

Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán.

Lucas Capítulo 5:36

Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo.

Lucas Capítulo 5:37

Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán.

Lucas Capítulo 5:38

Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.

Lucas Capítulo 5:39

Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.

Lucas Capítulo 12:1

En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

Lucas Capítulo 12:2

Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.

Lucas Capítulo 12:3

Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.

Lucas Capítulo 12:4

Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.

Lucas Capítulo 12:5

Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

Lucas Capítulo 12:6

¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.

Lucas Capítulo 12:7

Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

Lucas Capítulo 12:8

Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

Lucas Capítulo 12:9

mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

Lucas Capítulo 12:10

A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

Lucas Capítulo 12:11

Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;

Lucas Capítulo 12:12

porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

Lucas Capítulo 12:13

Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.

Lucas Capítulo 12:14

Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

Lucas Capítulo 12:15

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Lucas Capítulo 12:16

También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

Lucas Capítulo 12:17

Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?

Lucas Capítulo 12:18

Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;

Lucas Capítulo 12:19

y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

Lucas Capítulo 12:20

Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

Lucas Capítulo 12:21

Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

Lucas Capítulo 12:22

Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.

Lucas Capítulo 12:23

La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.

Lucas Capítulo 12:24

Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?

Lucas Capítulo 12:25

¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura uncodo?

Lucas Capítulo 12:26

Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?

Lucas Capítulo 12:27

Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Lucas Capítulo 12:28

Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?

Lucas Capítulo 12:29

Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.

Lucas Capítulo 12:30

Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.

Lucas Capítulo 12:31

Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.

Lucas Capítulo 12:32

No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

Lucas Capítulo 12:33

Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.

Lucas Capítulo 12:34

Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Lucas Capítulo 12:35

Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;

Lucas Capítulo 12:36

y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.

Lucas Capítulo 12:37

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

Lucas Capítulo 12:38

Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

Lucas Capítulo 12:39

Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.

Lucas Capítulo 12:40

Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

Lucas Capítulo 12:41

Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?

Lucas Capítulo 12:42

Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Lucas Capítulo 12:43

Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

Lucas Capítulo 12:44

En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.

Lucas Capítulo 12:45

Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,

Lucas Capítulo 12:46

vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.

Lucas Capítulo 12:47

Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.

Lucas Capítulo 12:48

Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

Lucas Capítulo 12:49

Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?

Lucas Capítulo 12:50

De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!

Lucas Capítulo 12:51

¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.

Lucas Capítulo 12:52

Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.

Lucas Capítulo 12:53

Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.

Lucas Capítulo 12:54

Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede.

Lucas Capítulo 12:55

Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.

Lucas Capítulo 12:56

¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?

Lucas Capítulo 12:57

¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?

Lucas Capítulo 12:58

Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.

Lucas Capítulo 12:59

Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.

Juan Capítulo 14:1

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

Romanos Capítulo 8:28

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos Capítulo 15:13

Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Filipenses Capítulo 4:6

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Filipenses Capítulo 4:7

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Santiago Capítulo 5:16

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

1 Pedro Capítulo 5:7

echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Apocalipsis Capítulo 21:1

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

Apocalipsis Capítulo 21:2

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Apocalipsis Capítulo 21:3

Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Apocalipsis Capítulo 21:4

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Apocalipsis Capítulo 21:5

Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Apocalipsis Capítulo 21:6

Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

Apocalipsis Capítulo 21:7

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

Apocalipsis Capítulo 21:8

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Apocalipsis Capítulo 21:9

Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:10

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

Apocalipsis Capítulo 21:11

teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

Apocalipsis Capítulo 21:12

Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

Apocalipsis Capítulo 21:13

al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

Apocalipsis Capítulo 21:14

Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:15

El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

Apocalipsis Capítulo 21:16

La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

Apocalipsis Capítulo 21:17

Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

Apocalipsis Capítulo 21:18

El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

Apocalipsis Capítulo 21:19

y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

Apocalipsis Capítulo 21:20

el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

Apocalipsis Capítulo 21:21

Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

Apocalipsis Capítulo 21:22

Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:23

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

Apocalipsis Capítulo 21:24

Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Apocalipsis Capítulo 21:25

Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

Apocalipsis Capítulo 21:26

Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

Apocalipsis Capítulo 21:27

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 22:1

Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 22:2

En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

Apocalipsis Capítulo 22:3

Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,

Apocalipsis Capítulo 22:4

y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

Apocalipsis Capítulo 22:5

No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.

Apocalipsis Capítulo 22:6

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.

Apocalipsis Capítulo 22:7

¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

Apocalipsis Capítulo 22:8

Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Apocalipsis Capítulo 22:9

Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

Apocalipsis Capítulo 22:10

Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis Capítulo 22:11

El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.

Apocalipsis Capítulo 22:12

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.

Apocalipsis Capítulo 22:13

Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

Apocalipsis Capítulo 22:14

Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

Apocalipsis Capítulo 22:15

Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

Apocalipsis Capítulo 22:16

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

Apocalipsis Capítulo 22:17

Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Apocalipsis Capítulo 22:18

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

Apocalipsis Capítulo 22:19

Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

Apocalipsis Capítulo 22:20

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

Apocalipsis Capítulo 22:21

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.