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Proverbios Capítulo 3:5
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Proverbios Capítulo 3:6
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Proverbios Capítulo 10:1
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
Proverbios Capítulo 29:11
El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.
Daniel Capítulo 12:3
Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Mateo Capítulo 10:16
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Efesios Capítulo 5:15
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
Santiago Capítulo 1:1
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Santiago Capítulo 1:2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Santiago Capítulo 1:3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago Capítulo 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago Capítulo 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago Capítulo 1:6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago Capítulo 1:7
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Santiago Capítulo 1:8
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago Capítulo 1:9
El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;
Santiago Capítulo 1:10
pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.
Santiago Capítulo 1:11
Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.
Santiago Capítulo 1:12
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Santiago Capítulo 1:13
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
Santiago Capítulo 1:14
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Santiago Capítulo 1:15
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Santiago Capítulo 1:16
Amados hermanos míos, no erréis.
Santiago Capítulo 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Santiago Capítulo 1:18
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago Capítulo 1:21
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Santiago Capítulo 1:22
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Santiago Capítulo 1:23
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Santiago Capítulo 1:24
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Santiago Capítulo 1:25
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Santiago Capítulo 1:26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago Capítulo 1:27
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago Capítulo 3:13
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Santiago Capítulo 3:14
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;