ganando almas para cristo
Proverbios Capítulo 11:30
El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.
Ezequiel Capítulo 3:17
Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
Ezequiel Capítulo 3:18
Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.
Ezequiel Capítulo 3:19
Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.
Ezequiel Capítulo 3:20
Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano.
Ezequiel Capítulo 3:21
Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.
Mateo Capítulo 28:19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Marcos Capítulo 16:15
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Marcos Capítulo 16:16
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Juan Capítulo 15:16
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Hechos Capítulo 1:8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Romanos Capítulo 3:23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Romanos Capítulo 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos Capítulo 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
1 Corintios Capítulo 9:19
Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
1 Corintios Capítulo 9:20
Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;
1 Corintios Capítulo 9:21
a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
1 Corintios Capítulo 9:22
Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
1 Corintios Capítulo 9:23
Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
Colosenses Capítulo 4:2
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
Colosenses Capítulo 4:3
orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,
Colosenses Capítulo 4:4
para que lo manifieste como debo hablar.
Colosenses Capítulo 4:5
Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Colosenses Capítulo 4:6
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Santiago Capítulo 5:19
Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
Santiago Capítulo 5:20
sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
1 Pedro Capítulo 3:1
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
Judas Capítulo 1:23
A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.