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Algunos temas bíblicos

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C ... / cuando el mundo se acabará

cuando el mundo se acabará

Mateo Capítulo 24:3

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

Mateo Capítulo 24:4

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

Mateo Capítulo 24:5

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

Mateo Capítulo 24:6

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Mateo Capítulo 24:7

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

Mateo Capítulo 24:8

Y todo esto será principio de dolores.

Mateo Capítulo 24:9

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.

Mateo Capítulo 24:10

Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

Mateo Capítulo 24:11

Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;

Mateo Capítulo 24:12

y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Mateo Capítulo 24:13

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Mateo Capítulo 24:14

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Mateo Capítulo 24:15

Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),

Mateo Capítulo 24:16

entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.

Mateo Capítulo 24:17

El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;

Mateo Capítulo 24:18

y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

Mateo Capítulo 24:19

Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

Mateo Capítulo 24:20

Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;

Mateo Capítulo 24:21

porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.

Mateo Capítulo 24:22

Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Mateo Capítulo 24:23

Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.

Mateo Capítulo 24:24

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Mateo Capítulo 24:25

Ya os lo he dicho antes.

Mateo Capítulo 24:26

Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.

Mateo Capítulo 24:27

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Mateo Capítulo 24:28

Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

Mateo Capítulo 24:29

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Mateo Capítulo 24:30

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Mateo Capítulo 24:31

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

Mateo Capítulo 24:32

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

Mateo Capítulo 24:33

Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

Mateo Capítulo 24:34

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

Mateo Capítulo 24:35

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Mateo Capítulo 24:36

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

Mateo Capítulo 24:42

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo Capítulo 24:43

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

Mateo Capítulo 24:44

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Mateo Capítulo 25:13

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Marcos Capítulo 2:6

Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:

Marcos Capítulo 2:7

¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?

Marcos Capítulo 2:8

Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?

Marcos Capítulo 2:9

¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

Marcos Capítulo 2:10

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):

Marcos Capítulo 2:11

A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Marcos Capítulo 2:12

Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.

Marcos Capítulo 13:32

Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Lucas Capítulo 17:26

Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.

Lucas Capítulo 17:27

Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.

Lucas Capítulo 17:28

Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;

Lucas Capítulo 17:29

mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.

Lucas Capítulo 17:30

Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.

Lucas Capítulo 21:11

y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.

Lucas Capítulo 21:25

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;

Juan Capítulo 13:19

Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.

2 Pedro Capítulo 3:1

Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento,

2 Pedro Capítulo 3:2

para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;

2 Pedro Capítulo 3:3

sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,

2 Pedro Capítulo 3:4

y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

2 Pedro Capítulo 3:5

Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,

2 Pedro Capítulo 3:6

por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;

2 Pedro Capítulo 3:7

pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

2 Pedro Capítulo 3:8

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

2 Pedro Capítulo 3:9

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

2 Pedro Capítulo 3:10

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

2 Pedro Capítulo 3:11

Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,

2 Pedro Capítulo 3:12

esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

2 Pedro Capítulo 3:13

Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

2 Pedro Capítulo 3:14

Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

2 Pedro Capítulo 3:15

Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

2 Pedro Capítulo 3:16

casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

2 Pedro Capítulo 3:17

Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.

2 Pedro Capítulo 3:18

Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

1 Juan Capítulo 4:2

En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

1 Juan Capítulo 4:3

y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Apocalipsis Capítulo 1:1

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

Apocalipsis Capítulo 1:2

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Apocalipsis Capítulo 1:3

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis Capítulo 1:4

Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;

Apocalipsis Capítulo 1:5

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

Apocalipsis Capítulo 1:6

y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Apocalipsis Capítulo 1:7

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

Apocalipsis Capítulo 1:8

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Apocalipsis Capítulo 1:9

Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Apocalipsis Capítulo 1:10

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

Apocalipsis Capítulo 1:11

que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

Apocalipsis Capítulo 1:12

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

Apocalipsis Capítulo 1:13

y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

Apocalipsis Capítulo 1:14

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

Apocalipsis Capítulo 1:15

y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

Apocalipsis Capítulo 1:16

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Apocalipsis Capítulo 1:17

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

Apocalipsis Capítulo 1:18

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Apocalipsis Capítulo 1:19

Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.

Apocalipsis Capítulo 1:20

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

Apocalipsis Capítulo 21:1

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

Apocalipsis Capítulo 21:2

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Apocalipsis Capítulo 21:3

Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Apocalipsis Capítulo 21:4

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Apocalipsis Capítulo 21:5

Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Apocalipsis Capítulo 21:6

Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

Apocalipsis Capítulo 21:7

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

Apocalipsis Capítulo 21:8

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Apocalipsis Capítulo 21:9

Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:10

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

Apocalipsis Capítulo 21:11

teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

Apocalipsis Capítulo 21:12

Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

Apocalipsis Capítulo 21:13

al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

Apocalipsis Capítulo 21:14

Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:15

El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

Apocalipsis Capítulo 21:16

La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

Apocalipsis Capítulo 21:17

Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

Apocalipsis Capítulo 21:18

El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

Apocalipsis Capítulo 21:19

y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

Apocalipsis Capítulo 21:20

el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

Apocalipsis Capítulo 21:21

Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

Apocalipsis Capítulo 21:22

Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

Apocalipsis Capítulo 21:23

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

Apocalipsis Capítulo 21:24

Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

Apocalipsis Capítulo 21:25

Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

Apocalipsis Capítulo 21:26

Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

Apocalipsis Capítulo 21:27

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.