vulnerabilidad
Proverbios Capítulo 14:30
El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.
Isaías Capítulo 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Lucas Capítulo 6:27
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;
Lucas Capítulo 6:28
bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
Lucas Capítulo 6:29
Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.
Lucas Capítulo 6:30
A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
Lucas Capítulo 6:31
Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Lucas Capítulo 6:32
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
Lucas Capítulo 6:33
Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
Lucas Capítulo 6:34
Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
Lucas Capítulo 6:35
Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Lucas Capítulo 6:36
Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
Juan Capítulo 13:34
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Juan Capítulo 13:35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
2 Corintios Capítulo 4:7
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
2 Corintios Capítulo 6:11
Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado.
2 Corintios Capítulo 6:12
No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón.
2 Corintios Capítulo 6:13
Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros.
2 Corintios Capítulo 12:9
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 Corintios Capítulo 12:10
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Gálatas Capítulo 6:2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Filipenses Capítulo 2:5
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
Filipenses Capítulo 2:6
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Filipenses Capítulo 2:7
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Filipenses Capítulo 2:8
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses Capítulo 2:9
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Filipenses Capítulo 2:10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Santiago Capítulo 1:1
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Santiago Capítulo 1:2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Santiago Capítulo 1:3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago Capítulo 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago Capítulo 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago Capítulo 1:6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago Capítulo 1:7
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Santiago Capítulo 1:8
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago Capítulo 1:9
El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;
Santiago Capítulo 1:10
pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.
Santiago Capítulo 1:11
Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.
Santiago Capítulo 1:12
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Santiago Capítulo 1:13
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
Santiago Capítulo 1:14
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Santiago Capítulo 1:15
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Santiago Capítulo 1:16
Amados hermanos míos, no erréis.
Santiago Capítulo 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Santiago Capítulo 1:18
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago Capítulo 1:21
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Santiago Capítulo 1:22
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Santiago Capítulo 1:23
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Santiago Capítulo 1:24
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Santiago Capítulo 1:25
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Santiago Capítulo 1:26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago Capítulo 1:27
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago Capítulo 5:16
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.