usando malas palabras
Éxodo Capítulo 20:7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Salmos Capítulo 19:14
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Salmos Capítulo 34:13
Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño.
Salmos Capítulo 34:14
Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
Salmos Capítulo 141:3
Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.
Proverbios Capítulo 4:24
Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
Proverbios Capítulo 21:23
El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
Mateo Capítulo 5:37
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mateo Capítulo 12:36
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Mateo Capítulo 12:37
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo Capítulo 15:10
Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
Mateo Capítulo 15:11
No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Lucas Capítulo 6:45
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Efesios Capítulo 4:29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Efesios Capítulo 5:4
ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
Colosenses Capítulo 3:8
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
2 Timoteo Capítulo 2:16
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.
Santiago Capítulo 1:26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago Capítulo 3:6
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
Santiago Capítulo 3:7
Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
Santiago Capítulo 3:8
pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
Santiago Capítulo 3:10
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.