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Algunos temas bíblicos

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L ... / la conspiración de los illuminati

la conspiración de los illuminati

Salmos Capítulo 109:1

Oh Dios de mi alabanza, no calles;

Salmos Capítulo 109:2

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí; Han hablado de mí con lengua mentirosa;

Salmos Capítulo 109:3

Con palabras de odio me han rodeado, Y pelearon contra mí sin causa.

Salmos Capítulo 109:4

En pago de mi amor me han sido adversarios; Mas yo oraba.

Salmos Capítulo 109:5

Me devuelven mal por bien, Y odio por amor.

Salmos Capítulo 109:6

Pon sobre él al impío, Y Satanás esté a su diestra.

Salmos Capítulo 109:7

Cuando fuere juzgado, salga culpable; Y su oración sea para pecado.

Salmos Capítulo 109:8

Sean sus días pocos; Tome otro su oficio.

Salmos Capítulo 109:9

Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda.

Salmos Capítulo 109:10

Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

Salmos Capítulo 109:11

Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo.

Salmos Capítulo 109:12

No tenga quien le haga misericordia, Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

Salmos Capítulo 109:13

Su posteridad sea destruida; En la segunda generación sea borrado su nombre.

Salmos Capítulo 109:14

Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado.

Salmos Capítulo 109:15

Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria,

Salmos Capítulo 109:16

Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso, Al quebrantado de corazón, para darle muerte.

Salmos Capítulo 109:17

Amó la maldición, y ésta le sobrevino; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

Salmos Capítulo 109:18

Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos.

Salmos Capítulo 109:19

Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

Salmos Capítulo 109:20

Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian, Y a los que hablan mal contra mi alma.

Salmos Capítulo 109:21

Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre; Líbrame, porque tu misericordia es buena.

Salmos Capítulo 109:22

Porque yo estoy afligido y necesitado, Y mi corazón está herido dentro de mí.

Salmos Capítulo 109:23

Me voy como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta.

Salmos Capítulo 109:24

Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, Y mi carne desfallece por falta de gordura.

Salmos Capítulo 109:25

Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.

Salmos Capítulo 109:26

Ayúdame, Jehová Dios mío; Sálvame conforme a tu misericordia.

Salmos Capítulo 109:27

Y entiendan que esta es tu mano; Que tú, Jehová, has hecho esto.

Salmos Capítulo 109:28

Maldigan ellos, pero bendice tú; Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

Salmos Capítulo 109:29

Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; Sean cubiertos de confusión como con manto.

Salmos Capítulo 109:30

Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, Y en medio de muchos le alabaré.

Salmos Capítulo 109:31

Porque él se pondrá a la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan.

Proverbios Capítulo 6:12

El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca;

Proverbios Capítulo 6:13

Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos.

Proverbios Capítulo 6:14

Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.

Proverbios Capítulo 6:15

Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.

Proverbios Capítulo 22:24

No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos,

Proverbios Capítulo 22:25

No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.

Isaías Capítulo 1:1

Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.

Isaías Capítulo 1:2

Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

Isaías Capítulo 1:3

El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

Isaías Capítulo 1:4

¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.

Isaías Capítulo 1:5

¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

Isaías Capítulo 1:6

Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Isaías Capítulo 1:7

Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.

Isaías Capítulo 1:8

Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.

Isaías Capítulo 1:9

Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

Isaías Capítulo 1:10

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

Isaías Capítulo 1:11

¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Isaías Capítulo 1:12

¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?

Isaías Capítulo 1:13

No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

Isaías Capítulo 1:14

Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.

Isaías Capítulo 1:15

Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.

Isaías Capítulo 1:16

Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;

Isaías Capítulo 1:17

aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.

Isaías Capítulo 1:18

Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Isaías Capítulo 1:19

Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;

Isaías Capítulo 1:20

si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

Isaías Capítulo 1:21

¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.

Isaías Capítulo 1:22

Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.

Isaías Capítulo 1:23

Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Isaías Capítulo 1:24

Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;

Isaías Capítulo 1:25

y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.

Isaías Capítulo 1:26

Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.

Isaías Capítulo 1:27

Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.

Isaías Capítulo 1:28

Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.

Isaías Capítulo 1:29

Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis.

Isaías Capítulo 1:30

Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.

Isaías Capítulo 1:31

Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Isaías Capítulo 8:12

No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.

Isaías Capítulo 8:13

A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.

Daniel Capítulo 7:24

Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.

Daniel Capítulo 9:24

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Daniel Capítulo 9:25

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

Daniel Capítulo 9:26

Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.

Daniel Capítulo 9:27

Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

Daniel Capítulo 11:37

Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.

Mateo Capítulo 6:22

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

Mateo Capítulo 6:23

pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:17

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:1

Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:2

Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;

1 Tesalonicenses Capítulo 5:3

que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:4

Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:5

Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:6

Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:7

Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:8

Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:9

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

1 Tesalonicenses Capítulo 5:10

quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:11

Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:12

Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;

1 Tesalonicenses Capítulo 5:13

y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:14

También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:15

Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:16

Estad siempre gozosos.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:17

Orad sin cesar.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:18

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:19

No apaguéis al Espíritu.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:20

No menospreciéis las profecías.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:21

Examinadlo todo; retened lo bueno.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:22

Absteneos de toda especie de mal.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:23

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:24

Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:25

Hermanos, orad por nosotros.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:26

Saludad a todos los hermanos con ósculo santo.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:27

Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.

1 Tesalonicenses Capítulo 5:28

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.

Santiago Capítulo 4:4

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Judas Capítulo 1:4

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

Apocalipsis Capítulo 1:1

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

Apocalipsis Capítulo 1:2

que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.

Apocalipsis Capítulo 1:3

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis Capítulo 1:4

Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;

Apocalipsis Capítulo 1:5

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

Apocalipsis Capítulo 1:6

y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Apocalipsis Capítulo 1:7

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

Apocalipsis Capítulo 1:8

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Apocalipsis Capítulo 1:9

Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Apocalipsis Capítulo 1:10

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

Apocalipsis Capítulo 1:11

que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

Apocalipsis Capítulo 1:12

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

Apocalipsis Capítulo 1:13

y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

Apocalipsis Capítulo 1:14

Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

Apocalipsis Capítulo 1:15

y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

Apocalipsis Capítulo 1:16

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Apocalipsis Capítulo 1:17

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

Apocalipsis Capítulo 1:18

y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Apocalipsis Capítulo 1:19

Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.

Apocalipsis Capítulo 1:20

El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

Apocalipsis Capítulo 2:15

Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.

Apocalipsis Capítulo 13:1

Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.

Apocalipsis Capítulo 13:2

Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.

Apocalipsis Capítulo 13:3

Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,

Apocalipsis Capítulo 13:4

y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?

Apocalipsis Capítulo 13:5

También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.

Apocalipsis Capítulo 13:6

Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.

Apocalipsis Capítulo 13:7

Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Apocalipsis Capítulo 13:8

Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

Apocalipsis Capítulo 13:9

Si alguno tiene oído, oiga.

Apocalipsis Capítulo 13:10

Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

Apocalipsis Capítulo 13:11

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.

Apocalipsis Capítulo 13:12

Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

Apocalipsis Capítulo 13:13

También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

Apocalipsis Capítulo 13:14

Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

Apocalipsis Capítulo 13:15

Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

Apocalipsis Capítulo 13:16

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;

Apocalipsis Capítulo 13:17

y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

Apocalipsis Capítulo 13:18

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

Apocalipsis Capítulo 14:1

Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.

Apocalipsis Capítulo 14:2

Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.

Apocalipsis Capítulo 14:3

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

Apocalipsis Capítulo 14:4

Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

Apocalipsis Capítulo 14:5

y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Apocalipsis Capítulo 14:6

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,

Apocalipsis Capítulo 14:7

diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

Apocalipsis Capítulo 14:8

Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.

Apocalipsis Capítulo 14:9

Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,

Apocalipsis Capítulo 14:10

él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;

Apocalipsis Capítulo 14:11

y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.

Apocalipsis Capítulo 14:12

Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Apocalipsis Capítulo 14:13

Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Apocalipsis Capítulo 14:14

Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

Apocalipsis Capítulo 14:15

Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.

Apocalipsis Capítulo 14:16

Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.

Apocalipsis Capítulo 14:17

Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.

Apocalipsis Capítulo 14:18

Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.

Apocalipsis Capítulo 14:19

Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.

Apocalipsis Capítulo 14:20

Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.