tomando una vida
Génesis Capítulo 9:6
El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
Éxodo Capítulo 20:13
No matarás.
Éxodo Capítulo 21:12
El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.
Éxodo Capítulo 21:13
Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.
Éxodo Capítulo 21:14
Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
Levítico Capítulo 24:17
Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte.
Números Capítulo 35:11
os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis, donde huya el homicida que hiriere a alguno de muerte sin intención.
Números Capítulo 35:12
Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador, y no morirá el homicida hasta que entre en juicio delante de la congregación.
Números Capítulo 35:13
De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de refugio.
Números Capítulo 35:14
Tres ciudades daréis a este lado del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán, las cuales serán ciudades de refugio.
Números Capítulo 35:15
Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, y para el extranjero y el que more entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiriere de muerte a otro sin intención.
Números Capítulo 35:16
Si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Números Capítulo 35:17
Y si con piedra en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Números Capítulo 35:18
Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.
Números Capítulo 35:19
El vengador de la sangre, él dará muerte al homicida; cuando lo encontrare, él lo matará.
Números Capítulo 35:20
Y si por odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere;
Números Capítulo 35:21
o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida; el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrare.
Números Capítulo 35:22
Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,
Números Capítulo 35:23
o bien, sin verlo hizo caer sobre él alguna piedra que pudo matarlo, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;
Números Capítulo 35:24
entonces la congregación juzgará entre el que causó la muerte y el vengador de la sangre conforme a estas leyes;
Números Capítulo 35:25
y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.
Números Capítulo 35:26
Mas si el homicida saliere fuera de los límites de su ciudad de refugio, en la cual se refugió,
Números Capítulo 35:27
y el vengador de la sangre le hallare fuera del límite de la ciudad de su refugio, y el vengador de la sangre matare al homicida, no se le culpará por ello;
Números Capítulo 35:28
pues en su ciudad de refugio deberá aquél habitar hasta que muera el sumo sacerdote; y después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.
Números Capítulo 35:29
Estas cosas os serán por ordenanza de derecho por vuestras edades, en todas vuestras habitaciones.
Números Capítulo 35:30
Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida; mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera.
Números Capítulo 35:31
Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá.
Números Capítulo 35:32
Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.
Números Capítulo 35:33
Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.
Números Capítulo 35:34
No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de los hijos de Israel.
Deuteronomio Capítulo 5:17
No matarás.
Deuteronomio Capítulo 19:11
Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,
Deuteronomio Capítulo 19:12
entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.
Deuteronomio Capítulo 19:13
No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
Proverbios Capítulo 6:16
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
Proverbios Capítulo 6:17
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
Proverbios Capítulo 24:11
Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte.
Mateo Capítulo 5:21
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
Mateo Capítulo 5:22
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Mateo Capítulo 19:18
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Juan Capítulo 8:7
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
Romanos Capítulo 13:9
Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
1 Juan Capítulo 3:15
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.
Apocalipsis Capítulo 21:8
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.