administración
Génesis Capítulo 1:28
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Génesis Capítulo 2:15
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Proverbios Capítulo 16:3
Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.
Malaquías Capítulo 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Mateo Capítulo 25:14
Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Mateo Capítulo 25:15
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
Mateo Capítulo 25:16
Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos
Mateo Capítulo 25:17
Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
Mateo Capítulo 25:18
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Mateo Capítulo 25:19
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
Mateo Capítulo 25:20
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
Mateo Capítulo 25:21
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo Capítulo 25:22
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Mateo Capítulo 25:23
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo Capítulo 25:24
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
Mateo Capítulo 25:25
por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
Mateo Capítulo 25:26
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
Mateo Capítulo 25:27
Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Mateo Capítulo 25:28
Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
Mateo Capítulo 25:29
Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Mateo Capítulo 25:30
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Lucas Capítulo 14:28
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
Lucas Capítulo 16:11
Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
Juan Capítulo 3:27
Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
1 Corintios Capítulo 4:2
Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
2 Corintios Capítulo 9:6
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
2 Corintios Capítulo 9:7
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Colosenses Capítulo 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
Tito Capítulo 1:7
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
1 Pedro Capítulo 4:10
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.