autoestima
Salmos Capítulo 139:13
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Salmos Capítulo 139:14
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
Salmos Capítulo 147:10
No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre.
Salmos Capítulo 147:11
Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.
Proverbios Capítulo 8:13
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Proverbios Capítulo 11:2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
Proverbios Capítulo 11:3
La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
Proverbios Capítulo 11:4
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
Proverbios Capítulo 11:5
La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su impiedad caerá.
Proverbios Capítulo 11:6
La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.
Proverbios Capítulo 11:7
Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá.
Proverbios Capítulo 11:8
El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo.
Proverbios Capítulo 11:9
El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría.
Proverbios Capítulo 11:10
En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.
Proverbios Capítulo 11:11
Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada.
Proverbios Capítulo 11:12
El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
Proverbios Capítulo 11:13
El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Proverbios Capítulo 16:5
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.
Proverbios Capítulo 18:12
Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.
Proverbios Capítulo 21:4
Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.
Proverbios Capítulo 29:23
La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Isaías Capítulo 2:17
La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.
Jeremías Capítulo 9:23
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Jeremías Capítulo 9:24
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Jeremías Capítulo 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Mateo Capítulo 16:24
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mateo Capítulo 16:25
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Lucas Capítulo 14:11
Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Lucas Capítulo 16:15
Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Romanos Capítulo 12:3
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
2 Corintios Capítulo 10:18
porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
Gálatas Capítulo 6:3
Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
Filipenses Capítulo 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
Filipenses Capítulo 2:4
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Filipenses Capítulo 2:5
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
Filipenses Capítulo 2:6
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Filipenses Capítulo 2:7
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Filipenses Capítulo 2:8
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses Capítulo 2:9
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Filipenses Capítulo 2:10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Filipenses Capítulo 2:11
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses Capítulo 2:12
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
Filipenses Capítulo 2:13
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Filipenses Capítulo 2:14
Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
Filipenses Capítulo 2:15
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Santiago Capítulo 4:6
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
1 Pedro Capítulo 3:3
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
1 Pedro Capítulo 3:4
sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
1 Juan Capítulo 3:1
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.