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Algunos temas bíblicos

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S ... / diciendo que lo sientes

diciendo que lo sientes

Salmos Capítulo 38:18

Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.

Jeremías Capítulo 29:11

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Mateo Capítulo 3:2

y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Mateo Capítulo 3:8

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,

Mateo Capítulo 5:1

Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

Mateo Capítulo 5:2

Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Mateo Capítulo 5:3

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Mateo Capítulo 5:4

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Mateo Capítulo 5:5

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Mateo Capítulo 5:6

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Mateo Capítulo 5:7

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Mateo Capítulo 5:8

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Mateo Capítulo 5:9

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Mateo Capítulo 5:10

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Mateo Capítulo 5:11

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

Mateo Capítulo 5:12

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Mateo Capítulo 5:13

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Mateo Capítulo 5:14

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Mateo Capítulo 5:15

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

Mateo Capítulo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Mateo Capítulo 5:17

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

Mateo Capítulo 5:18

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

Mateo Capítulo 5:19

De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Mateo Capítulo 5:20

Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Mateo Capítulo 5:21

Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.

Mateo Capítulo 5:22

Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.

Mateo Capítulo 5:23

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

Mateo Capítulo 5:24

deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Mateo Capítulo 5:25

Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.

Mateo Capítulo 5:26

De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

Mateo Capítulo 5:27

Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.

Mateo Capítulo 5:28

Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Mateo Capítulo 5:29

Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

Mateo Capítulo 5:30

Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

Mateo Capítulo 5:31

También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.

Mateo Capítulo 5:32

Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Mateo Capítulo 5:33

Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.

Mateo Capítulo 5:34

Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;

Mateo Capítulo 5:35

ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.

Mateo Capítulo 5:36

Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

Mateo Capítulo 5:37

Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

Mateo Capítulo 5:38

Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.

Mateo Capítulo 5:39

Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;

Mateo Capítulo 5:40

y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;

Mateo Capítulo 5:41

y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vecon él dos.

Mateo Capítulo 5:42

Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.

Mateo Capítulo 5:43

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

Mateo Capítulo 5:44

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Mateo Capítulo 5:45

para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Mateo Capítulo 5:46

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?

Mateo Capítulo 5:47

Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?

Mateo Capítulo 5:48

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Mateo Capítulo 7:7

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Mateo Capítulo 23:1

Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:

Mateo Capítulo 23:2

En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.

Mateo Capítulo 23:3

Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Mateo Capítulo 23:4

Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

Mateo Capítulo 23:5

Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;

Mateo Capítulo 23:6

y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,

Mateo Capítulo 23:7

y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.

Mateo Capítulo 23:8

Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.

Mateo Capítulo 23:9

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.

Mateo Capítulo 23:10

Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

Mateo Capítulo 23:11

El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

Mateo Capítulo 23:12

Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Mateo Capítulo 23:13

Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.

Mateo Capítulo 23:14

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.

Mateo Capítulo 23:15

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.

Mateo Capítulo 23:16

¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.

Mateo Capítulo 23:17

¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?

Mateo Capítulo 23:18

También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.

Mateo Capítulo 23:19

¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

Mateo Capítulo 23:20

Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

Mateo Capítulo 23:21

y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;

Mateo Capítulo 23:22

y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.

Mateo Capítulo 23:23

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Mateo Capítulo 23:24

¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

Mateo Capítulo 23:25

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.

Mateo Capítulo 23:26

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

Mateo Capítulo 23:27

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Mateo Capítulo 23:28

Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

Mateo Capítulo 23:29

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

Mateo Capítulo 23:30

y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.

Mateo Capítulo 23:31

Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.

Mateo Capítulo 23:32

¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

Mateo Capítulo 23:33

¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?

Mateo Capítulo 23:34

Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;

Mateo Capítulo 23:35

para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.

Mateo Capítulo 23:36

De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Mateo Capítulo 23:37

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

Mateo Capítulo 23:38

He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

Mateo Capítulo 23:39

Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Juan Capítulo 3:1

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

Juan Capítulo 3:2

Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Juan Capítulo 3:3

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Juan Capítulo 3:4

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Juan Capítulo 3:5

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Juan Capítulo 3:6

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Juan Capítulo 3:7

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Juan Capítulo 3:8

El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Juan Capítulo 3:9

Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?

Juan Capítulo 3:10

Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?

Juan Capítulo 3:11

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.

Juan Capítulo 3:12

Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

Juan Capítulo 3:13

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.

Juan Capítulo 3:14

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

Juan Capítulo 3:15

para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan Capítulo 3:17

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan Capítulo 3:18

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Juan Capítulo 3:19

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

Juan Capítulo 3:20

Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Juan Capítulo 3:21

Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Juan Capítulo 3:22

Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.

Juan Capítulo 3:23

Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Juan Capítulo 3:24

Porque Juan no había sido aún encarcelado.

Juan Capítulo 3:25

Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.

Juan Capítulo 3:26

Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.

Juan Capítulo 3:27

Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.

Juan Capítulo 3:28

Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

Juan Capítulo 3:29

El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.

Juan Capítulo 3:30

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

Juan Capítulo 3:31

El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.

Juan Capítulo 3:32

Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

Juan Capítulo 3:33

El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.

Juan Capítulo 3:34

Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.

Juan Capítulo 3:35

El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

Juan Capítulo 3:36

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Hechos Capítulo 2:38

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Romanos Capítulo 3:23

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Santiago Capítulo 5:16

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

1 Juan Capítulo 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.