santería
Éxodo Capítulo 23:24
No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.
Levítico Capítulo 19:31
No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.
Amós Capítulo 9:6
El edificó en el cielo sus cámaras, y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama; Jehová es su nombre.
Amós Capítulo 9:7
Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros como hijos de etíopes, dice Jehová? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y de Kir a los arameos?
Mateo Capítulo 9:1
Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.
Mateo Capítulo 9:2
Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Mateo Capítulo 9:3
Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
Mateo Capítulo 9:4
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Mateo Capítulo 9:5
Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
Mateo Capítulo 9:6
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
Mateo Capítulo 9:7
Entonces él se levantó y se fue a su casa.
Mateo Capítulo 9:8
Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
Mateo Capítulo 9:9
Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
Mateo Capítulo 9:10
Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.
Mateo Capítulo 9:11
Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Porqué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Mateo Capítulo 9:12
Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Mateo Capítulo 9:13
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Mateo Capítulo 9:14
Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
Mateo Capítulo 9:15
Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Mateo Capítulo 9:16
Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Mateo Capítulo 9:17
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
Mateo Capítulo 9:18
Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
Mateo Capítulo 9:19
Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos.
Mateo Capítulo 9:20
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
Mateo Capítulo 9:21
porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
Mateo Capítulo 9:22
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
Mateo Capítulo 9:23
Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto,
Mateo Capítulo 9:24
les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él.
Mateo Capítulo 9:25
Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.
Mateo Capítulo 9:26
Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.
Mateo Capítulo 9:27
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!
Mateo Capítulo 9:28
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.
Mateo Capítulo 9:29
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Mateo Capítulo 9:30
Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Mateo Capítulo 9:31
Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
Mateo Capítulo 9:32
Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.
Mateo Capítulo 9:33
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
Mateo Capítulo 9:34
Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Mateo Capítulo 9:35
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mateo Capítulo 9:36
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Mateo Capítulo 9:37
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Mateo Capítulo 9:38
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Juan Capítulo 4:24
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Hechos Capítulo 15:29
que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
1 Corintios Capítulo 8:1
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
1 Corintios Capítulo 8:2
Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
1 Corintios Capítulo 8:3
Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.
1 Corintios Capítulo 8:4
Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.
1 Corintios Capítulo 8:5
Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),
1 Corintios Capítulo 8:6
para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
1 Corintios Capítulo 8:7
Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina.
1 Corintios Capítulo 8:8
Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.
1 Corintios Capítulo 8:9
Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.
1 Corintios Capítulo 8:10
Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos?
1 Corintios Capítulo 8:11
Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
1 Corintios Capítulo 8:12
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
1 Corintios Capítulo 8:13
Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
Gálatas Capítulo 5:19
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
Gálatas Capítulo 5:20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
Gálatas Capítulo 5:21
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Apocalipsis Capítulo 22:18
Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.