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Algunos temas bíblicos

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reconocimiento

Proverbios Capítulo 3:27

No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.

Mateo Capítulo 6:1

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo Capítulo 6:2

Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:3

Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

Mateo Capítulo 6:4

para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:5

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:6

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:7

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Mateo Capítulo 6:8

No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Mateo Capítulo 6:9

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Mateo Capítulo 6:10

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Mateo Capítulo 6:11

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mateo Capítulo 6:12

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Mateo Capítulo 6:13

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Mateo Capítulo 6:14

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

Mateo Capítulo 6:15

mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Mateo Capítulo 6:16

Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo Capítulo 6:17

Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,

Mateo Capítulo 6:18

para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo Capítulo 6:19

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;

Mateo Capítulo 6:20

sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Mateo Capítulo 6:21

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mateo Capítulo 6:22

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

Mateo Capítulo 6:23

pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Mateo Capítulo 6:24

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Mateo Capítulo 6:25

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mateo Capítulo 6:26

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mateo Capítulo 6:27

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Mateo Capítulo 6:28

Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

Mateo Capítulo 6:29

pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Mateo Capítulo 6:30

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

Mateo Capítulo 6:31

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Mateo Capítulo 6:32

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Mateo Capítulo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo Capítulo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Mateo Capítulo 25:21

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Juan Capítulo 1:1

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Juan Capítulo 1:2

Este era en el principio con Dios.

Juan Capítulo 1:3

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Juan Capítulo 1:4

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Juan Capítulo 1:5

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Juan Capítulo 1:6

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.

Juan Capítulo 1:7

Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.

Juan Capítulo 1:8

No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Juan Capítulo 1:9

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

Juan Capítulo 1:10

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.

Juan Capítulo 1:11

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Juan Capítulo 1:12

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Juan Capítulo 1:13

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan Capítulo 1:14

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Juan Capítulo 1:15

Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.

Juan Capítulo 1:16

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.

Juan Capítulo 1:17

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Juan Capítulo 1:18

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Juan Capítulo 1:19

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?

Juan Capítulo 1:20

Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.

Juan Capítulo 1:21

Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.

Juan Capítulo 1:22

Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?

Juan Capítulo 1:23

Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.

Juan Capítulo 1:24

Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.

Juan Capítulo 1:25

Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?

Juan Capítulo 1:26

Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.

Juan Capítulo 1:27

Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.

Juan Capítulo 1:28

Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Juan Capítulo 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Juan Capítulo 1:30

Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.

Juan Capítulo 1:31

Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.

Juan Capítulo 1:32

También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.

Juan Capítulo 1:33

Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Juan Capítulo 1:34

Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

Juan Capítulo 1:35

El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.

Juan Capítulo 1:36

Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.

Juan Capítulo 1:37

Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.

Juan Capítulo 1:38

Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

Juan Capítulo 1:39

Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.

Juan Capítulo 1:40

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.

Juan Capítulo 1:41

Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).

Juan Capítulo 1:42

Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).

Juan Capítulo 1:43

El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.

Juan Capítulo 1:44

Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.

Juan Capítulo 1:45

Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

Juan Capítulo 1:46

Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.

Juan Capítulo 1:47

Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

Juan Capítulo 1:48

Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.

Juan Capítulo 1:49

Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.

Juan Capítulo 1:50

Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.

Juan Capítulo 1:51

Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

Juan Capítulo 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Hechos Capítulo 20:35

En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Romanos Capítulo 12:12

gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

Efesios Capítulo 4:25

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Colosenses Capítulo 3:23

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

Santiago Capítulo 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.