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Algunos temas bíblicos

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R ... / reconstruyendo el templo

reconstruyendo el templo

Isaías Capítulo 10:1

¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía,

Isaías Capítulo 10:2

para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos!

Isaías Capítulo 10:3

¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria?

Isaías Capítulo 10:4

Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

Isaías Capítulo 10:5

Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira.

Isaías Capítulo 10:6

Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.

Isaías Capítulo 10:7

Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su pensamiento será desarraigar y cortar naciones no pocas.

Isaías Capítulo 10:8

Porque él dice: Mis príncipes, ¿no son todos reyes?

Isaías Capítulo 10:9

¿No es Calno como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?

Isaías Capítulo 10:10

Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que las de Jerusalén y de Samaria;

Isaías Capítulo 10:11

como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?

Isaías Capítulo 10:12

Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.

Isaías Capítulo 10:13

Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente; quité los territorios de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados;

Isaías Capítulo 10:14

y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se recogen los huevos abandonados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ni abriese boca y graznase.

Isaías Capítulo 10:15

¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el báculo levantase al que lo levanta; como si levantase la vara al que no es leño!

Isaías Capítulo 10:16

Por esto el Señor, Jehová de los ejércitos, enviará debilidad sobre sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego.

Isaías Capítulo 10:17

Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos.

Isaías Capítulo 10:18

La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá totalmente, alma y cuerpo, y vendrá a ser como abanderado en derrota.

Isaías Capítulo 10:19

Y los árboles que queden en su bosque serán en número que un niño los pueda contar.

Isaías Capítulo 10:20

Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová, el Santo de Israel.

Isaías Capítulo 10:21

El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte.

Isaías Capítulo 10:22

Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia.

Isaías Capítulo 10:23

Pues el Señor, Jehová de los ejércitos, hará consumación ya determinada en medio de la tierra.

Isaías Capítulo 10:24

Por tanto el Señor, Jehová de los ejércitos, dice así: Pueblo mío, morador de Sion, no temas de Asiria. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, a la manera de Egipto;

Isaías Capítulo 10:25

mas de aquí a muy poco tiempo se acabará mi furor y mi enojo, para destrucción de ellos.

Isaías Capítulo 10:26

Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él como la matanza de Madián en la peña de Oreb, y alzará su vara sobre el mar como hizo por la vía de Egipto.

Isaías Capítulo 10:27

Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

Isaías Capítulo 10:28

Vino hasta Ajat, pasó hasta Migrón; en Micmas contará su ejército.

Isaías Capítulo 10:29

Pasaron el vado; se alojaron en Geba; Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.

Isaías Capítulo 10:30

Grita en alta voz, hija de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anatot.

Isaías Capítulo 10:31

Madmena se alborotó; los moradores de Gebim huyen.

Isaías Capítulo 10:32

Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.

Isaías Capítulo 10:33

He aquí el Señor, Jehová de los ejércitos, desgajará el ramaje con violencia, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán humillados.

Isaías Capítulo 10:34

Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con estruendo.

Ezequiel Capítulo 38:1

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Ezequiel Capítulo 38:2

Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él,

Ezequiel Capítulo 38:3

y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.

Ezequiel Capítulo 38:4

Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas;

Ezequiel Capítulo 38:5

Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;

Ezequiel Capítulo 38:6

Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.

Ezequiel Capítulo 38:7

Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.

Ezequiel Capítulo 38:8

De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente.

Ezequiel Capítulo 38:9

Subrirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.

Ezequiel Capítulo 38:10

Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento,

Ezequiel Capítulo 38:11

y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;

Ezequiel Capítulo 38:12

para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra.

Ezequiel Capítulo 38:13

Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?

Ezequiel Capítulo 38:14

Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú?

Ezequiel Capítulo 38:15

Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército,

Ezequiel Capítulo 38:16

y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.

Ezequiel Capítulo 38:17

Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?

Ezequiel Capítulo 38:18

En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo.

Ezequiel Capítulo 38:19

Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;

Ezequiel Capítulo 38:20

que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra.

Ezequiel Capítulo 38:21

Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano.

Ezequiel Capítulo 38:22

Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.

Ezequiel Capítulo 38:23

Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.

Ezequiel Capítulo 40:1

En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez días del mes, a los catorce años después que la ciudad fue conquistada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá.

Ezequiel Capítulo 40:2

En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran ciudad, hacia la parte sur.

Ezequiel Capítulo 40:3

Me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.

Ezequiel Capítulo 40:4

Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase has sido traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la casa de Israel.

Ezequiel Capítulo 40:5

Y he aquí un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos de a codo y palmo menor; y midió el espesor del muro, de una caña, y la altura, de otra caña.

Ezequiel Capítulo 40:6

Después vino a la puerta que mira hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió un poste de la puerta, de una caña de ancho, y el otro poste, de otra caña de ancho.

Ezequiel Capítulo 40:7

Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.

Ezequiel Capítulo 40:8

Midió asimismo la entrada de la puerta por dentro, una caña.

Ezequiel Capítulo 40:9

Midió luego la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta del portal estaba por el lado de adentro.

Ezequiel Capítulo 40:10

Y la puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una medida; también de una medida los portales a cada lado.

Ezequiel Capítulo 40:11

Midió el ancho de la entrada de la puerta, de diez codos, y la longitud del portal, de trece codos.

Ezequiel Capítulo 40:12

El espacio delante de las cámaras era de un codo a un lado, y de otro codo al otro lado; y cada cámara tenía seis codos por un lado, y seis codos por el otro.

Ezequiel Capítulo 40:13

Midió la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco codos de ancho, puerta contra puerta.

Ezequiel Capítulo 40:14

Y midió los postes, de sesenta codos, cada poste del atrio y del portal todo en derredor.

Ezequiel Capítulo 40:15

Y desde el frente de la puerta de la entrada hasta el frente de la entrada de la puerta interior, cincuenta codos.

Ezequiel Capítulo 40:16

Y había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por dentro de la puerta alrededor, y asimismo en los corredores; y las ventanas estaban alrededor por dentro; y en cada poste había palmeras.

Ezequiel Capítulo 40:17

Me llevó luego al atrio exterior, y he aquí había cámaras, y estaba enlosado todo en derredor; treinta cámaras había alrededor en aquel atrio.

Ezequiel Capítulo 40:18

El enlosado a los lados de las puertas, en proporción a la longitud de los portales, era el enlosado más bajo.

Ezequiel Capítulo 40:19

Y midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.

Ezequiel Capítulo 40:20

Y de la puerta que estaba hacia el norte en el atrio exterior, midió su longitud y su anchura.

Ezequiel Capítulo 40:21

Sus cámaras eran tres de un lado, y tres del otro; y sus postes y sus arcos eran como la medida de la puerta primera: cincuenta codos de longitud, y veinticinco de ancho.

Ezequiel Capítulo 40:22

Y sus ventanas y sus arcos y sus palmeras eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y se subía a ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.

Ezequiel Capítulo 40:23

La puerta del atrio interior estaba enfrente de la puerta hacia el norte, y así al oriente; y midió de puerta a puerta, cien codos.

Ezequiel Capítulo 40:24

Me llevó después hacia el sur, y he aquí una puerta hacia el sur; y midió sus portales y sus arcos conforme a estas medidas.

Ezequiel Capítulo 40:25

Y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor, como las otras ventanas; la longitud era de cincuenta codos, y el ancho de veinticinco codos.

Ezequiel Capítulo 40:26

Sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmeras, una de un lado, y otra del otro lado, en sus postes.

Ezequiel Capítulo 40:27

Había también puerta hacia el sur del atrio interior; y midió de puerta a puerta hacia el sur cien codos.

Ezequiel Capítulo 40:28

Me llevó después en el atrio de adentro a la puerta del sur, y midió la puerta del sur conforme a estas medidas.

Ezequiel Capítulo 40:29

Sus cámaras y sus postes y sus arcos eran conforme a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.

Ezequiel Capítulo 40:30

Los arcos alrededor eran de veinticinco codos de largo, y cinco codos de ancho.

Ezequiel Capítulo 40:31

Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y sus gradas eran de ocho peldaños.

Ezequiel Capítulo 40:32

Y me llevó al atrio interior hacia el oriente, y midió la puerta conforme a estas medidas.

Ezequiel Capítulo 40:33

Eran sus cámaras y sus postes y sus arcos conforme a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos.

Ezequiel Capítulo 40:34

Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.

Ezequiel Capítulo 40:35

Me llevó luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas;

Ezequiel Capítulo 40:36

sus cámaras, sus postes, sus arcos y sus ventanas alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.

Ezequiel Capítulo 40:37

Sus postes caían afuera al atrio, con palmeras a cada uno de sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.

Ezequiel Capítulo 40:38

Y había allí una cámara, y su puerta con postes de portales; allí lavarán el holocausto.

Ezequiel Capítulo 40:39

Y en la entrada de la puerta había dos mesas a un lado, y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto y la expiación y el sacrificio por el pecado.

Ezequiel Capítulo 40:40

A un lado, por fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de la puerta, dos mesas.

Ezequiel Capítulo 40:41

Cuatro mesas a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán las víctimas.

Ezequiel Capítulo 40:42

Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de un codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de un codo de altura; sobre éstas pondrán los utensilios con que degollarán el holocausto y el sacrificio.

Ezequiel Capítulo 40:43

Y adentro, ganchos, de un palmo menor, dispuestos en derredor; y sobre las mesas la carne de las víctimas.

Ezequiel Capítulo 40:44

Y fuera de la puerta interior, en el atrio de adentro que estaba al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los cantores, las cuales miraban hacia el sur; una estaba al lado de la puerta del oriente que miraba hacia el norte.

Ezequiel Capítulo 40:45

Y me dijo: Esta cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que hacen la guardia del templo.

Ezequiel Capítulo 40:46

Y la cámara que mira hacia el norte es de los sacerdotes que hacen la guardia del altar; estos son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados de los hijos de Leví para ministrar a Jehová.

Ezequiel Capítulo 40:47

Y midió el atrio, cien codos de longitud, y cien codos de anchura; era cuadrado; y el altar estaba delante de la casa.

Ezequiel Capítulo 40:48

Y me llevó al pórtico del templo, y midió cada poste del pórtico, cinco codos de un lado, y cinco codos de otro; y la anchura de la puerta tres codos de un lado, y tres codos de otro.

Ezequiel Capítulo 40:49

La longitud del pórtico, veinte codos, y el ancho once codos, al cual subían por gradas; y había columnas junto a los postes, una de un lado, y otra de otro.

Daniel Capítulo 9:1

En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos,

Daniel Capítulo 9:2

en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.

Daniel Capítulo 9:3

Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Daniel Capítulo 9:4

Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;

Daniel Capítulo 9:5

hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.

Daniel Capítulo 9:6

No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

Daniel Capítulo 9:7

Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti.

Daniel Capítulo 9:8

Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos.

Daniel Capítulo 9:9

De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado,

Daniel Capítulo 9:10

y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Daniel Capítulo 9:11

Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.

Daniel Capítulo 9:12

Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén.

Daniel Capítulo 9:13

Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad.

Daniel Capítulo 9:14

Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz.

Daniel Capítulo 9:15

Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente.

Daniel Capítulo 9:16

Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

Daniel Capítulo 9:17

Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.

Daniel Capítulo 9:18

Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

Daniel Capítulo 9:19

Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

Daniel Capítulo 9:20

Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;

Daniel Capítulo 9:21

aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.

Daniel Capítulo 9:22

Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.

Daniel Capítulo 9:23

Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.

Daniel Capítulo 9:24

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

Daniel Capítulo 9:25

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

Daniel Capítulo 9:26

Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.

Daniel Capítulo 9:27

Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

Daniel Capítulo 11:31

Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.

Daniel Capítulo 12:11

Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.

Mateo Capítulo 24:1

Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.

Mateo Capítulo 24:2

Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Mateo Capítulo 24:3

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

Mateo Capítulo 24:4

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

Mateo Capítulo 24:5

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

Mateo Capítulo 24:6

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Mateo Capítulo 24:7

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

Mateo Capítulo 24:8

Y todo esto será principio de dolores.

Mateo Capítulo 24:9

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.

Mateo Capítulo 24:10

Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

Mateo Capítulo 24:11

Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;

Mateo Capítulo 24:12

y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Mateo Capítulo 24:13

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Mateo Capítulo 24:14

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Mateo Capítulo 24:15

Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),

Mateo Capítulo 24:16

entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.

Mateo Capítulo 24:17

El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;

Mateo Capítulo 24:18

y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

Mateo Capítulo 24:19

Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

Mateo Capítulo 24:20

Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;

Mateo Capítulo 24:21

porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.

Mateo Capítulo 24:22

Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Mateo Capítulo 24:23

Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.

Mateo Capítulo 24:24

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Mateo Capítulo 24:25

Ya os lo he dicho antes.

Mateo Capítulo 24:26

Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.

Mateo Capítulo 24:27

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Mateo Capítulo 24:28

Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

Mateo Capítulo 24:29

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Mateo Capítulo 24:30

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Mateo Capítulo 24:31

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

Mateo Capítulo 24:32

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

Mateo Capítulo 24:33

Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

Mateo Capítulo 24:34

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

Mateo Capítulo 24:35

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Mateo Capítulo 24:36

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

Mateo Capítulo 24:37

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Mateo Capítulo 24:38

Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

Mateo Capítulo 24:39

y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Mateo Capítulo 24:40

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

Mateo Capítulo 24:41

Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

Mateo Capítulo 24:42

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo Capítulo 24:43

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

Mateo Capítulo 24:44

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Mateo Capítulo 24:45

¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?

Mateo Capítulo 24:46

Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

Mateo Capítulo 24:47

De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

Mateo Capítulo 24:48

Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;

Mateo Capítulo 24:49

y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,

Mateo Capítulo 24:50

vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,

Mateo Capítulo 24:51

y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Juan Capítulo 2:19

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

Juan Capítulo 2:20

Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?

Juan Capítulo 2:21

Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

Hechos Capítulo 7:48

si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta:

1 Corintios Capítulo 3:16

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

1 Corintios Capítulo 6:19

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Efesios Capítulo 2:19

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

Efesios Capítulo 2:20

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

Efesios Capítulo 2:21

en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

Efesios Capítulo 2:22

en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Apocalipsis Capítulo 11:2

Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

Apocalipsis Capítulo 21:22

Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.