cuestionando tu fe
Salmos Capítulo 42:5
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmos Capítulo 73:13
Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;
Salmos Capítulo 73:14
Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas.
Salmos Capítulo 73:15
Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
Salmos Capítulo 73:16
Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí,
Salmos Capítulo 73:17
Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.
Habacuc Capítulo 1:2
¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?
Habacuc Capítulo 1:3
¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.
Mateo Capítulo 11:2
Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
Mateo Capítulo 11:3
para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mateo Capítulo 14:31
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mateo Capítulo 28:17
Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.
Marcos Capítulo 9:24
E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
Lucas Capítulo 7:19
y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
Lucas Capítulo 7:20
Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
Juan Capítulo 20:24
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
Juan Capítulo 20:25
Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Juan Capítulo 20:26
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Juan Capítulo 20:27
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Juan Capítulo 20:28
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Juan Capítulo 20:29
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
1 Corintios Capítulo 3:11
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
1 Corintios Capítulo 3:12
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
1 Corintios Capítulo 3:13
la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
1 Corintios Capítulo 3:14
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
1 Corintios Capítulo 3:15
Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
2 Corintios Capítulo 13:5
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?
Hebreos Capítulo 11:1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Santiago Capítulo 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago Capítulo 1:6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
1 Pedro Capítulo 1:6
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1 Pedro Capítulo 1:7
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Judas Capítulo 1:22
A algunos que dudan, convencedlos.