gente orgullosa
Salmos Capítulo 119:21
Reprendiste a los soberbios, los malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
Proverbios Capítulo 8:13
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Proverbios Capítulo 11:2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
Proverbios Capítulo 16:5
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.
Proverbios Capítulo 16:18
Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.
Proverbios Capítulo 29:23
La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Isaías Capítulo 2:11
La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
Mateo Capítulo 7:1
No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo Capítulo 7:2
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
Lucas Capítulo 4:1
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
Lucas Capítulo 4:2
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.
Lucas Capítulo 4:3
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en pan.
Lucas Capítulo 4:4
Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Lucas Capítulo 4:5
Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Lucas Capítulo 4:6
Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
Lucas Capítulo 4:7
Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
Lucas Capítulo 4:8
Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
Lucas Capítulo 4:9
Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
Lucas Capítulo 4:10
porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden;
Lucas Capítulo 4:11
y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Lucas Capítulo 4:12
Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
Lucas Capítulo 4:13
Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.
Lucas Capítulo 4:14
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Lucas Capítulo 4:15
Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Lucas Capítulo 4:16
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
Lucas Capítulo 4:17
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Lucas Capítulo 4:18
Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
Lucas Capítulo 4:19
A predicar el año agradable del Señor.
Lucas Capítulo 4:20
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Lucas Capítulo 4:21
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Lucas Capítulo 4:22
Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Lucas Capítulo 4:23
El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
Lucas Capítulo 4:24
Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
Lucas Capítulo 4:25
Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
Lucas Capítulo 4:26
pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
Lucas Capítulo 4:27
Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
Lucas Capítulo 4:28
Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
Lucas Capítulo 4:29
y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
Lucas Capítulo 4:30
Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
Lucas Capítulo 4:31
Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.
Lucas Capítulo 4:32
Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.
Lucas Capítulo 4:33
Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
Lucas Capítulo 4:34
diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.
Lucas Capítulo 4:35
Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
Lucas Capítulo 4:36
Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?
Lucas Capítulo 4:37
Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.
Lucas Capítulo 4:38
Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
Lucas Capítulo 4:39
E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.
Lucas Capítulo 4:40
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Lucas Capítulo 4:41
También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.
Lucas Capítulo 4:42
Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
Lucas Capítulo 4:43
Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
Lucas Capítulo 4:44
Y predicaba en las sinagogas de Galilea.
Lucas Capítulo 18:9
A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
Lucas Capítulo 18:10
Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
Lucas Capítulo 18:11
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Lucas Capítulo 18:12
ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Lucas Capítulo 18:13
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Lucas Capítulo 18:14
Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Gálatas Capítulo 6:4
Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;
Filipenses Capítulo 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
Filipenses Capítulo 2:4
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Santiago Capítulo 4:6
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
1 Pedro Capítulo 5:5
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.