recompensa de los profetas
Salmos Capítulo 119:89
Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos.
Mateo Capítulo 5:42
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Mateo Capítulo 10:40
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Mateo Capítulo 10:41
El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.
Mateo Capítulo 10:42
Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Marcos Capítulo 9:41
Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Marcos Capítulo 10:21
Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Lucas Capítulo 6:38
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Juan Capítulo 7:17
El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Hechos Capítulo 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Romanos Capítulo 16:17
Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Romanos Capítulo 16:18
Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.
Gálatas Capítulo 6:6
El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
1 Juan Capítulo 5:12
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Apocalipsis Capítulo 3:20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.