Optional sidebar menu
Social media
Contact information
Address

5th Avenue, New York - United States

Email

hello@webpixels.ro

Phone

+10 724 1234 567

 

Algunos temas bíblicos

A     B     C     D     E     F     G     H     I     J     K     L     M     N     O     P     Q     R     S     T     U     V     W     X     Y     Z    
P ... / perfeccionismo

perfeccionismo

2 Samuel Capítulo 22:31

En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan.

Eclesiastés Capítulo 7:20

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

Romanos Capítulo 8:1

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos Capítulo 8:3

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

Romanos Capítulo 8:4

para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Romanos Capítulo 8:5

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Romanos Capítulo 8:6

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Romanos Capítulo 8:7

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

Romanos Capítulo 8:8

y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Romanos Capítulo 8:9

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Romanos Capítulo 8:10

Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.

Romanos Capítulo 8:11

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Romanos Capítulo 8:12

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;

Romanos Capítulo 8:13

porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Romanos Capítulo 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:15

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Romanos Capítulo 8:16

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:17

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Romanos Capítulo 8:18

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Romanos Capítulo 8:19

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:20

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;

Romanos Capítulo 8:21

porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Romanos Capítulo 8:22

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;

Romanos Capítulo 8:23

y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Romanos Capítulo 8:24

Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?

Romanos Capítulo 8:25

Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Romanos Capítulo 8:26

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Romanos Capítulo 8:27

Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Romanos Capítulo 8:28

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos Capítulo 8:29

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Romanos Capítulo 8:30

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

Romanos Capítulo 8:31

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Romanos Capítulo 8:32

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Romanos Capítulo 8:33

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

Romanos Capítulo 8:34

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Romanos Capítulo 8:35

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Romanos Capítulo 8:36

Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.

Romanos Capítulo 8:37

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Romanos Capítulo 8:38

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

Romanos Capítulo 8:39

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

1 Corintios Capítulo 2:1

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.

1 Corintios Capítulo 2:2

Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

1 Corintios Capítulo 2:3

Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

1 Corintios Capítulo 2:4

y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

1 Corintios Capítulo 2:5

para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

1 Corintios Capítulo 2:6

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

1 Corintios Capítulo 2:7

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

1 Corintios Capítulo 2:8

la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

1 Corintios Capítulo 2:9

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

1 Corintios Capítulo 2:10

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

1 Corintios Capítulo 2:11

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

1 Corintios Capítulo 2:12

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,

1 Corintios Capítulo 2:13

lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

1 Corintios Capítulo 2:14

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

1 Corintios Capítulo 2:15

En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

1 Corintios Capítulo 2:16

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

2 Corintios Capítulo 12:9

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

2 Corintios Capítulo 12:10

Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Gálatas Capítulo 3:3

¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?

Filipenses Capítulo 3:12

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

Filipenses Capítulo 3:13

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

Filipenses Capítulo 3:14

prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Hebreos Capítulo 10:14

porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Santiago Capítulo 3:2

Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

1 Juan Capítulo 1:8

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

1 Juan Capítulo 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.