mimos
Proverbios Capítulo 21:17
Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.
Proverbios Capítulo 23:20
No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne;
Proverbios Capítulo 23:21
Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos.
Proverbios Capítulo 28:7
El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
Proverbios Capítulo 29:21
El siervo mimado desde la niñez por su amo, A la postre será su heredero.
Eclesiastés Capítulo 2:10
No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.
Eclesiastés Capítulo 2:11
Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
Mateo Capítulo 6:19
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mateo Capítulo 6:20
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mateo Capítulo 6:21
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Lucas Capítulo 12:19
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Lucas Capítulo 12:20
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
Lucas Capítulo 12:21
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Lucas Capítulo 16:19
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Lucas Capítulo 16:20
Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
Lucas Capítulo 16:21
y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Lucas Capítulo 16:22
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Lucas Capítulo 16:23
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Lucas Capítulo 16:24
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Lucas Capítulo 16:25
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Lucas Capítulo 21:34
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Efesios Capítulo 5:29
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
1 Timoteo Capítulo 5:6
Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.
Tito Capítulo 2:12
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Tito Capítulo 3:3
Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
Santiago Capítulo 5:5
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.
1 Pedro Capítulo 4:3
Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
1 Juan Capítulo 2:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1 Juan Capítulo 2:16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan Capítulo 2:17
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.