superar la decepción
Salmos Capítulo 23:1
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Salmos Capítulo 23:2
En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Salmos Capítulo 23:3
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Salmos Capítulo 23:4
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos Capítulo 23:5
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Salmos Capítulo 23:6
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmos Capítulo 73:1
Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.
Salmos Capítulo 73:2
En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.
Salmos Capítulo 73:3
Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.
Salmos Capítulo 73:4
Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero.
Salmos Capítulo 73:5
No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres.
Salmos Capítulo 73:6
Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia.
Salmos Capítulo 73:7
Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón.
Salmos Capítulo 73:8
Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería.
Salmos Capítulo 73:9
Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra.
Salmos Capítulo 73:10
Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.
Salmos Capítulo 73:11
Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
Salmos Capítulo 73:12
He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Salmos Capítulo 73:13
Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;
Salmos Capítulo 73:14
Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas.
Salmos Capítulo 73:15
Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.
Salmos Capítulo 73:16
Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí,
Salmos Capítulo 73:17
Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.
Salmos Capítulo 73:18
Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
Salmos Capítulo 73:19
¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores.
Salmos Capítulo 73:20
Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.
Salmos Capítulo 73:21
Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.
Salmos Capítulo 73:22
Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.
Salmos Capítulo 73:23
Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha.
Salmos Capítulo 73:24
Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.
Salmos Capítulo 73:25
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Salmos Capítulo 73:26
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos Capítulo 73:27
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
Salmos Capítulo 73:28
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.
Salmos Capítulo 121:1
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Salmos Capítulo 121:2
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos Capítulo 121:3
No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
Salmos Capítulo 121:4
He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
Salmos Capítulo 121:5
Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
Salmos Capítulo 121:6
El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
Salmos Capítulo 121:7
Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
Salmos Capítulo 121:8
Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Isaías Capítulo 40:28
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Isaías Capítulo 40:29
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Isaías Capítulo 40:30
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
Isaías Capítulo 40:31
pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Jeremías Capítulo 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Mateo Capítulo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo Capítulo 10:29
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Mateo Capítulo 10:30
Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Mateo Capítulo 10:31
Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Juan Capítulo 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Romanos Capítulo 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Filipenses Capítulo 4:6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Filipenses Capítulo 4:7
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Colosenses Capítulo 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
Colosenses Capítulo 3:24
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses Capítulo 3:25
Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
Hebreos Capítulo 4:14
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Hebreos Capítulo 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Hebreos Capítulo 4:16
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
1 Juan Capítulo 5:13
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
1 Juan Capítulo 5:14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.