omnisciente
Éxodo Capítulo 4:22
Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
Salmos Capítulo 139:1
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Salmos Capítulo 139:2
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Salmos Capítulo 139:3
Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
Salmos Capítulo 139:4
Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Salmos Capítulo 139:5
Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
Salmos Capítulo 139:6
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
Salmos Capítulo 139:7
¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Salmos Capítulo 139:8
Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Salmos Capítulo 139:9
Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
Salmos Capítulo 139:10
Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
Salmos Capítulo 139:11
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
Salmos Capítulo 139:12
Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Isaías Capítulo 46:10
que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
Mateo Capítulo 6:8
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mateo Capítulo 9:4
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
1 Corintios Capítulo 7:1
En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
Hebreos Capítulo 4:13
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Apocalipsis Capítulo 2:1
Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
Apocalipsis Capítulo 2:2
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
Apocalipsis Capítulo 2:3
y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
Apocalipsis Capítulo 2:4
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Apocalipsis Capítulo 2:5
Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Apocalipsis Capítulo 2:6
Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
Apocalipsis Capítulo 2:7
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Apocalipsis Capítulo 2:8
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
Apocalipsis Capítulo 2:9
Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
Apocalipsis Capítulo 2:10
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Apocalipsis Capítulo 2:11
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Apocalipsis Capítulo 2:12
Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:
Apocalipsis Capítulo 2:13
Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
Apocalipsis Capítulo 2:14
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Apocalipsis Capítulo 2:15
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Apocalipsis Capítulo 2:16
Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
Apocalipsis Capítulo 2:17
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Apocalipsis Capítulo 2:18
Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:
Apocalipsis Capítulo 2:19
Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.
Apocalipsis Capítulo 2:20
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
Apocalipsis Capítulo 2:21
Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
Apocalipsis Capítulo 2:22
He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
Apocalipsis Capítulo 2:23
Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.
Apocalipsis Capítulo 2:24
Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga;
Apocalipsis Capítulo 2:25
pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
Apocalipsis Capítulo 2:26
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
Apocalipsis Capítulo 2:27
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;
Apocalipsis Capítulo 2:28
y le daré la estrella de la mañana.
Apocalipsis Capítulo 2:29
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.