luto
Salmos Capítulo 34:18
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
Salmos Capítulo 73:26
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos Capítulo 147:3
El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas.
Isaías Capítulo 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías Capítulo 61:2
a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
Isaías Capítulo 61:3
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Mateo Capítulo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Juan Capítulo 11:25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Juan Capítulo 11:26
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan Capítulo 11:35
Jesús lloró.
Romanos Capítulo 8:18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
2 Corintios Capítulo 1:3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
2 Corintios Capítulo 1:4
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
1 Tesalonicenses Capítulo 4:13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Apocalipsis Capítulo 21:4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.