metamorfosis
Joel Capítulo 2:13
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Mateo Capítulo 4:17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Juan Capítulo 4:1
Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan
Juan Capítulo 4:2
(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
Juan Capítulo 4:3
salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.
Juan Capítulo 4:4
Y le era necesario pasar por Samaria.
Juan Capítulo 4:5
Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Juan Capítulo 4:6
Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
Juan Capítulo 4:7
Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
Juan Capítulo 4:8
Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
Juan Capítulo 4:9
La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Juan Capítulo 4:10
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
Juan Capítulo 4:11
La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
Juan Capítulo 4:12
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Juan Capítulo 4:13
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
Juan Capítulo 4:14
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan Capítulo 4:15
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
Juan Capítulo 4:16
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
Juan Capítulo 4:17
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
Juan Capítulo 4:18
porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Juan Capítulo 4:19
Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Juan Capítulo 4:20
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Juan Capítulo 4:21
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Juan Capítulo 4:22
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Juan Capítulo 4:23
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Juan Capítulo 4:24
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Juan Capítulo 4:25
Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
Juan Capítulo 4:26
Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
Juan Capítulo 4:27
En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
Juan Capítulo 4:28
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
Juan Capítulo 4:29
Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
Juan Capítulo 4:30
Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
Juan Capítulo 4:31
Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
Juan Capítulo 5:1
Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
Juan Capítulo 5:2
Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
Juan Capítulo 5:3
En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.
Juan Capítulo 5:4
Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
Juan Capítulo 5:5
Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Juan Capítulo 5:6
Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
Juan Capítulo 5:7
Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Juan Capítulo 5:8
Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Juan Capítulo 5:9
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Juan Capítulo 5:10
Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
Juan Capítulo 5:11
El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
Juan Capítulo 5:12
Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
Juan Capítulo 5:13
Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Juan Capítulo 5:14
Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
Juan Capítulo 5:15
El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
Juan Capítulo 5:16
Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
Juan Capítulo 5:17
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Juan Capítulo 5:18
Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Juan Capítulo 5:19
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Juan Capítulo 5:20
Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Juan Capítulo 5:21
Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
Juan Capítulo 5:22
Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
Juan Capítulo 5:23
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Juan Capítulo 5:24
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan Capítulo 5:25
De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
Juan Capítulo 5:26
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
Juan Capítulo 5:27
y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
Juan Capítulo 5:28
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
Juan Capítulo 5:29
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Juan Capítulo 5:30
No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
Juan Capítulo 5:31
Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
Juan Capítulo 6:1
Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
Juan Capítulo 6:2
Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
Juan Capítulo 6:3
Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
Juan Capítulo 6:4
Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.
Juan Capítulo 6:5
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
Juan Capítulo 6:6
Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
Juan Capítulo 6:7
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
Juan Capítulo 6:8
Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
Juan Capítulo 6:9
Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Juan Capítulo 6:10
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
Juan Capítulo 6:11
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
Juan Capítulo 6:12
Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
Juan Capítulo 6:13
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
Juan Capítulo 6:14
Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
Juan Capítulo 6:15
Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
Juan Capítulo 6:16
Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar,
Juan Capítulo 6:17
y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.
Juan Capítulo 6:18
Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.
Juan Capítulo 6:19
Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
Juan Capítulo 6:20
Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.
Juan Capítulo 6:21
Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.
Juan Capítulo 6:22
El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.
Juan Capítulo 6:23
Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
Juan Capítulo 6:24
Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Juan Capítulo 6:25
Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
Juan Capítulo 6:26
Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
Juan Capítulo 6:27
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
Juan Capítulo 6:28
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Juan Capítulo 6:29
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
Juan Capítulo 6:30
Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
Juan Capítulo 6:31
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
Juan Capítulo 7:1
Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.
Juan Capítulo 7:2
Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;
Juan Capítulo 7:3
y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
Juan Capítulo 7:4
Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
Juan Capítulo 7:5
Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Juan Capítulo 7:6
Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.
Juan Capítulo 7:7
No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Juan Capítulo 7:8
Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
Juan Capítulo 7:9
Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.
Juan Capítulo 7:10
Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto.
Juan Capítulo 7:11
Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?
Juan Capítulo 7:12
Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.
Juan Capítulo 7:13
Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.
Juan Capítulo 7:14
Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
Juan Capítulo 7:15
Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?
Juan Capítulo 7:16
Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
Juan Capítulo 7:17
El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
Juan Capítulo 7:18
El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
Juan Capítulo 7:19
¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?
Juan Capítulo 7:20
Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?
Juan Capítulo 7:21
Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.
Juan Capítulo 7:22
Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.
Juan Capítulo 7:23
Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?
Juan Capítulo 7:24
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Juan Capítulo 7:25
Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle?
Juan Capítulo 7:26
Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?
Juan Capítulo 7:27
Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
Juan Capítulo 7:28
Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.
Juan Capítulo 7:29
Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.
Juan Capítulo 7:30
Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.
Juan Capítulo 7:31
Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?
Juan Capítulo 8:1
y Jesús se fue al monte de los Olivos.
Juan Capítulo 8:2
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Juan Capítulo 8:3
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
Juan Capítulo 8:4
le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
Juan Capítulo 8:5
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Juan Capítulo 8:6
Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
Juan Capítulo 8:7
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
Juan Capítulo 8:8
E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Juan Capítulo 8:9
Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Juan Capítulo 8:10
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Juan Capítulo 8:11
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Juan Capítulo 8:12
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan Capítulo 8:13
Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Juan Capítulo 8:14
Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.
Juan Capítulo 8:15
Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.
Juan Capítulo 8:16
Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
Juan Capítulo 8:17
Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
Juan Capítulo 8:18
Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
Juan Capítulo 8:19
Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.
Juan Capítulo 8:20
Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
Juan Capítulo 8:21
Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.
Juan Capítulo 8:22
Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
Juan Capítulo 8:23
Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Juan Capítulo 8:24
Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
Juan Capítulo 8:25
Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.
Juan Capítulo 8:26
Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.
Juan Capítulo 8:27
Pero no entendieron que les hablaba del Padre.
Juan Capítulo 8:28
Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
Juan Capítulo 8:29
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Juan Capítulo 8:30
Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.
Juan Capítulo 8:31
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
Juan Capítulo 9:1
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
Juan Capítulo 9:2
Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
Juan Capítulo 9:3
Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Juan Capítulo 9:4
Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
Juan Capítulo 9:5
Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
Juan Capítulo 9:6
Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
Juan Capítulo 9:7
y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
Juan Capítulo 9:8
Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Juan Capítulo 9:9
Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.
Juan Capítulo 9:10
Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
Juan Capítulo 9:11
Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.
Juan Capítulo 9:12
Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.
Juan Capítulo 9:13
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.
Juan Capítulo 9:14
Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.
Juan Capítulo 9:15
Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
Juan Capítulo 9:16
Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.
Juan Capítulo 9:17
Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.
Juan Capítulo 9:18
Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,
Juan Capítulo 9:19
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
Juan Capítulo 9:20
Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego;
Juan Capítulo 9:21
pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.
Juan Capítulo 9:22
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.
Juan Capítulo 9:23
Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.
Juan Capítulo 9:24
Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
Juan Capítulo 9:25
Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Juan Capítulo 9:26
Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
Juan Capítulo 9:27
El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?
Juan Capítulo 9:28
Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.
Juan Capítulo 9:29
Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.
Juan Capítulo 9:30
Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.
Juan Capítulo 9:31
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.
Juan Capítulo 10:1
De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
Juan Capítulo 10:2
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
Juan Capítulo 10:3
A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
Juan Capítulo 10:4
Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Juan Capítulo 10:5
Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
Juan Capítulo 10:6
Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Juan Capítulo 10:7
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Juan Capítulo 10:8
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Juan Capítulo 10:9
Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Juan Capítulo 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan Capítulo 10:11
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Juan Capítulo 10:12
Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
Juan Capítulo 10:13
Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Juan Capítulo 10:14
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
Juan Capítulo 10:15
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
Juan Capítulo 10:16
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Juan Capítulo 10:17
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Juan Capítulo 10:18
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Juan Capítulo 10:19
Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
Juan Capítulo 10:20
Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
Juan Capítulo 10:21
Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?
Juan Capítulo 10:22
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,
Juan Capítulo 10:23
y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Juan Capítulo 10:24
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Juan Capítulo 10:25
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
Juan Capítulo 10:26
pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Juan Capítulo 10:27
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
Juan Capítulo 10:28
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan Capítulo 10:29
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Juan Capítulo 10:30
Yo y el Padre uno somos.
Juan Capítulo 10:31
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Juan Capítulo 11:1
Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
Juan Capítulo 11:2
(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)
Juan Capítulo 11:3
Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
Juan Capítulo 11:4
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Juan Capítulo 11:5
Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Juan Capítulo 11:6
Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
Juan Capítulo 11:7
Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.
Juan Capítulo 11:8
Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
Juan Capítulo 11:9
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
Juan Capítulo 11:10
pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
Juan Capítulo 11:11
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
Juan Capítulo 11:12
Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
Juan Capítulo 11:13
Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
Juan Capítulo 11:14
Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
Juan Capítulo 11:15
y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
Juan Capítulo 11:16
Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
Juan Capítulo 11:17
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
Juan Capítulo 11:18
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
Juan Capítulo 11:19
y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
Juan Capítulo 11:20
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.
Juan Capítulo 11:21
Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Juan Capítulo 11:22
Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Juan Capítulo 11:23
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
Juan Capítulo 11:24
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Juan Capítulo 11:25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Juan Capítulo 11:26
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan Capítulo 11:27
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Juan Capítulo 11:28
Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama.
Juan Capítulo 11:29
Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
Juan Capítulo 11:30
Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
Juan Capítulo 11:31
Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
Juan Capítulo 12:1
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
Juan Capítulo 12:2
Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
Juan Capítulo 12:3
Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
Juan Capítulo 12:4
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
Juan Capítulo 12:5
¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
Juan Capítulo 12:6
Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
Juan Capítulo 12:7
Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
Juan Capítulo 12:8
Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Juan Capítulo 12:9
Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
Juan Capítulo 12:10
Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
Juan Capítulo 12:11
porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
Juan Capítulo 12:12
El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén,
Juan Capítulo 12:13
tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Juan Capítulo 12:14
Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:
Juan Capítulo 12:15
No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.
Juan Capítulo 12:16
Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
Juan Capítulo 12:17
Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
Juan Capítulo 12:18
Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.
Juan Capítulo 12:19
Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
Juan Capítulo 12:20
Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
Juan Capítulo 12:21
Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.
Juan Capítulo 12:22
Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
Juan Capítulo 12:23
Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
Juan Capítulo 12:24
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
Juan Capítulo 12:25
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Juan Capítulo 12:26
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Juan Capítulo 12:27
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
Juan Capítulo 12:28
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Juan Capítulo 12:29
Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.
Juan Capítulo 12:30
Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
Juan Capítulo 12:31
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Juan Capítulo 13:1
Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Juan Capítulo 13:2
Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,
Juan Capítulo 13:3
sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,
Juan Capítulo 13:4
se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Juan Capítulo 13:5
Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.
Juan Capítulo 13:6
Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
Juan Capítulo 13:7
Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
Juan Capítulo 13:8
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
Juan Capítulo 13:9
Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
Juan Capítulo 13:10
Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Juan Capítulo 13:11
Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
Juan Capítulo 13:12
Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Juan Capítulo 13:13
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
Juan Capítulo 13:14
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Juan Capítulo 13:15
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Juan Capítulo 13:16
De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
Juan Capítulo 13:17
Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
Juan Capítulo 13:18
No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
Juan Capítulo 13:19
Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
Juan Capítulo 13:20
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Juan Capítulo 13:21
Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.
Juan Capítulo 13:22
Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba.
Juan Capítulo 13:23
Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.
Juan Capítulo 13:24
A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba.
Juan Capítulo 13:25
El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es?
Juan Capítulo 13:26
Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.
Juan Capítulo 13:27
Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.
Juan Capítulo 13:28
Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.
Juan Capítulo 13:29
Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres.
Juan Capítulo 13:30
Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche.
Juan Capítulo 13:31
Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.
Juan Capítulo 14:1
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Juan Capítulo 14:2
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Juan Capítulo 14:3
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan Capítulo 14:4
Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Juan Capítulo 14:5
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
Juan Capítulo 14:6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan Capítulo 14:7
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Juan Capítulo 14:8
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
Juan Capítulo 14:9
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
Juan Capítulo 14:10
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Juan Capítulo 14:11
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Juan Capítulo 14:12
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Juan Capítulo 14:13
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan Capítulo 14:14
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Juan Capítulo 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan Capítulo 14:16
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
Juan Capítulo 14:17
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Juan Capítulo 14:18
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Juan Capítulo 14:19
Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
Juan Capítulo 14:20
En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Juan Capítulo 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Juan Capítulo 14:22
Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
Juan Capítulo 14:23
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Juan Capítulo 14:24
El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Juan Capítulo 14:25
Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
Juan Capítulo 14:26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan Capítulo 14:27
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan Capítulo 14:28
Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Juan Capítulo 14:29
Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.
Juan Capítulo 14:30
No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
Juan Capítulo 14:31
Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.
Hechos Capítulo 2:38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos Capítulo 3:19
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Romanos Capítulo 5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Romanos Capítulo 5:2
por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Romanos Capítulo 5:3
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
Romanos Capítulo 5:4
y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
Romanos Capítulo 5:5
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos Capítulo 5:6
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Romanos Capítulo 5:7
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Romanos Capítulo 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos Capítulo 5:9
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Romanos Capítulo 5:10
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Romanos Capítulo 5:11
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Romanos Capítulo 5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Romanos Capítulo 5:13
Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
Romanos Capítulo 5:14
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos Capítulo 5:15
Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
Romanos Capítulo 5:16
Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
Romanos Capítulo 5:17
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos Capítulo 5:18
Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Romanos Capítulo 5:19
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Romanos Capítulo 5:20
Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
Romanos Capítulo 5:21
para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos Capítulo 6:1
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
Romanos Capítulo 6:2
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Romanos Capítulo 6:3
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Romanos Capítulo 6:4
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Romanos Capítulo 6:5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
Romanos Capítulo 6:6
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Romanos Capítulo 6:7
Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
Romanos Capítulo 6:8
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
Romanos Capítulo 6:9
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
Romanos Capítulo 6:10
Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
Romanos Capítulo 6:11
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos Capítulo 6:12
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Romanos Capítulo 6:13
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Romanos Capítulo 6:14
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Romanos Capítulo 6:15
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Romanos Capítulo 6:16
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Romanos Capítulo 6:17
Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
Romanos Capítulo 6:18
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Romanos Capítulo 6:19
Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Romanos Capítulo 6:20
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
Romanos Capítulo 6:21
¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Romanos Capítulo 6:22
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Romanos Capítulo 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos Capítulo 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Romanos Capítulo 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
1 Corintios Capítulo 1:10
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1 Corintios Capítulo 3:18
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
2 Corintios Capítulo 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios Capítulo 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Gálatas Capítulo 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas Capítulo 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Colosenses Capítulo 3:5
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Colosenses Capítulo 3:9
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Colosenses Capítulo 3:10
y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,