hombre vestido con trenza
Levítico Capítulo 19:27
No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba.
Deuteronomio Capítulo 22:5
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Ezequiel Capítulo 44:20
Y no se raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino que lo recortarán solamente.
Hechos Capítulo 18:18
Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto.
Romanos Capítulo 1:1
Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
Romanos Capítulo 1:2
que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
Romanos Capítulo 1:3
acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,
Romanos Capítulo 1:4
que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Romanos Capítulo 1:5
y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
Romanos Capítulo 1:6
entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
Romanos Capítulo 1:7
a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Romanos Capítulo 1:8
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
Romanos Capítulo 1:9
Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
Romanos Capítulo 1:10
rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Romanos Capítulo 1:11
Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
Romanos Capítulo 1:12
esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
Romanos Capítulo 1:13
Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
Romanos Capítulo 1:14
A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Romanos Capítulo 1:15
Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Romanos Capítulo 1:16
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Romanos Capítulo 1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Romanos Capítulo 1:18
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
Romanos Capítulo 1:19
porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Romanos Capítulo 1:20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Romanos Capítulo 1:21
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Romanos Capítulo 1:22
Profesando ser sabios, se hicieron necios,
Romanos Capítulo 1:23
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Romanos Capítulo 1:24
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
Romanos Capítulo 1:25
ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Romanos Capítulo 1:26
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
Romanos Capítulo 1:27
y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
Romanos Capítulo 1:28
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
Romanos Capítulo 1:29
estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
Romanos Capítulo 1:30
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
Romanos Capítulo 1:31
necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
Romanos Capítulo 1:32
quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
Romanos Capítulo 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
1 Corintios Capítulo 11:2
Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.
1 Corintios Capítulo 11:3
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
1 Corintios Capítulo 11:4
Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
1 Corintios Capítulo 11:5
Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
1 Corintios Capítulo 11:6
Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
1 Corintios Capítulo 11:7
Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.
1 Corintios Capítulo 11:8
Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón,
1 Corintios Capítulo 11:9
y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
1 Corintios Capítulo 11:10
Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
1 Corintios Capítulo 11:11
Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón;
1 Corintios Capítulo 11:12
porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.
1 Corintios Capítulo 11:13
Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?
1 Corintios Capítulo 11:14
La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?
1 Corintios Capítulo 11:15
Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
1 Corintios Capítulo 11:16
Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
Efesios Capítulo 5:21
Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Efesios Capítulo 5:22
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Efesios Capítulo 5:23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Efesios Capítulo 5:24
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Efesios Capítulo 5:25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Efesios Capítulo 5:26
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Efesios Capítulo 5:27
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Efesios Capítulo 5:28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Efesios Capítulo 5:29
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Efesios Capítulo 5:30
porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Efesios Capítulo 5:31
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Efesios Capítulo 5:32
Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Efesios Capítulo 5:33
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
1 Timoteo Capítulo 2:9
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
1 Timoteo Capítulo 2:10
sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
1 Pedro Capítulo 3:1
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
1 Pedro Capítulo 3:2
considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
1 Pedro Capítulo 3:3
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
1 Pedro Capítulo 3:4
sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
1 Pedro Capítulo 3:5
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;
1 Pedro Capítulo 3:6
como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
2 Pedro Capítulo 3:16
casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.