falta de fe
Mateo Capítulo 6:30
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Mateo Capítulo 8:26
El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Mateo Capítulo 14:31
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mateo Capítulo 17:20
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo Capítulo 21:21
Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
Marcos Capítulo 4:40
Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Marcos Capítulo 9:24
E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
Lucas Capítulo 8:25
Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
Lucas Capítulo 12:28
Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
Romanos Capítulo 10:10
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos Capítulo 14:23
Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.
2 Corintios Capítulo 5:7
(porque por fe andamos, no por vista);
Efesios Capítulo 2:8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Hebreos Capítulo 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Santiago Capítulo 1:6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.