balbuceo
Proverbios Capítulo 10:8
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá.
Proverbios Capítulo 10:10
El que guiña el ojo acarrea tristeza; Y el necio de labios será castigado.
Proverbios Capítulo 10:19
En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.
Proverbios Capítulo 12:23
El hombre cuerdo encubre su saber; Mas el corazón de los necios publica la necedad.
Proverbios Capítulo 14:23
En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.
Proverbios Capítulo 15:2
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.
Proverbios Capítulo 17:28
Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.
Eclesiastés Capítulo 5:3
Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
Eclesiastés Capítulo 10:14
El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
Mateo Capítulo 6:7
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
1 Corintios Capítulo 14:9
Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
1 Timoteo Capítulo 6:20
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,
2 Timoteo Capítulo 2:16
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.
Tito Capítulo 1:10
Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión,
Tito Capítulo 3:9
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago Capítulo 3:6
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.