Optional sidebar menu
Social media
Contact information
Address

5th Avenue, New York - United States

Email

hello@webpixels.ro

Phone

+10 724 1234 567

 

Algunos temas bíblicos

A     B     C     D     E     F     G     H     I     J     K     L     M     N     O     P     Q     R     S     T     U     V     W     X     Y     Z    
C ... / kábala

kábala

Génesis Capítulo 1:1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Éxodo Capítulo 3:14

Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

Deuteronomio Capítulo 29:29

Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Proverbios Capítulo 3:13

Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia;

Proverbios Capítulo 3:14

Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino.

Proverbios Capítulo 3:15

Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

Proverbios Capítulo 3:16

Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra.

Proverbios Capítulo 3:17

Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.

Proverbios Capítulo 3:18

Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen.

Proverbios Capítulo 25:2

Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo.

Eclesiastés Capítulo 7:24

Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará?

Ezequiel Capítulo 1:1

Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

Ezequiel Capítulo 1:2

En el quinto año de la deportación del rey Joaquín, a los cinco días del mes,

Ezequiel Capítulo 1:3

vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; vino allí sobre él la mano de Jehová.

Ezequiel Capítulo 1:4

Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente,

Ezequiel Capítulo 1:5

y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

Ezequiel Capítulo 1:6

Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

Ezequiel Capítulo 1:7

Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

Ezequiel Capítulo 1:8

Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados.

Ezequiel Capítulo 1:9

Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.

Ezequiel Capítulo 1:10

Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.

Ezequiel Capítulo 1:11

Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.

Ezequiel Capítulo 1:12

Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.

Ezequiel Capítulo 1:13

Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

Ezequiel Capítulo 1:14

Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.

Ezequiel Capítulo 1:15

Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados.

Ezequiel Capítulo 1:16

El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda.

Ezequiel Capítulo 1:17

Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.

Ezequiel Capítulo 1:18

Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro.

Ezequiel Capítulo 1:19

Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

Ezequiel Capítulo 1:20

Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

Ezequiel Capítulo 1:21

Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

Ezequiel Capítulo 1:22

Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía una expansión a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.

Ezequiel Capítulo 1:23

Y debajo de la expansión las alas de ellos estaban derechas, extendiéndose la una hacia la otra; y cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo.

Ezequiel Capítulo 1:24

Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el ruido de un ejército. Cuando se paraban, bajaban sus alas.

Ezequiel Capítulo 1:25

Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la expansión que había sobre sus cabezas.

Ezequiel Capítulo 1:26

Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

Ezequiel Capítulo 1:27

Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor.

Ezequiel Capítulo 1:28

Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.

Daniel Capítulo 2:22

El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.

Mateo Capítulo 13:11

El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.

Lucas Capítulo 8:10

Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.

Romanos Capítulo 11:33

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

1 Corintios Capítulo 2:7

Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

1 Corintios Capítulo 2:8

la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

1 Corintios Capítulo 2:9

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

1 Corintios Capítulo 2:10

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Efesios Capítulo 1:9

dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo,

Colosenses Capítulo 1:26

el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

Colosenses Capítulo 1:27

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,