juzgar a los demás
Mateo Capítulo 7:1
No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo Capítulo 7:2
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
Mateo Capítulo 7:3
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
Mateo Capítulo 7:4
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
Mateo Capítulo 7:5
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Lucas Capítulo 6:37
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Juan Capítulo 7:24
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Juan Capítulo 8:7
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
Romanos Capítulo 2:1
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
Romanos Capítulo 2:2
Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.
Romanos Capítulo 2:3
¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
Romanos Capítulo 14:1
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.
Romanos Capítulo 14:2
Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres.
Romanos Capítulo 14:3
El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.
Romanos Capítulo 14:4
¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
Romanos Capítulo 14:5
Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.
Romanos Capítulo 14:6
El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
Romanos Capítulo 14:7
Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
Romanos Capítulo 14:8
Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Romanos Capítulo 14:9
Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
Romanos Capítulo 14:10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Romanos Capítulo 14:11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.
Romanos Capítulo 14:12
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Romanos Capítulo 14:13
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.
Efesios Capítulo 4:29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Santiago Capítulo 4:11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Santiago Capítulo 4:12
Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?