Jesús gobernando en Jerusalén
Jeremías Capítulo 3:17
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Zacarías Capítulo 14:1
He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.
Zacarías Capítulo 14:2
Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Zacarías Capítulo 14:3
Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.
Zacarías Capítulo 14:4
Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Zacarías Capítulo 14:5
Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
Zacarías Capítulo 14:6
Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura.
Zacarías Capítulo 14:7
Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.
Zacarías Capítulo 14:8
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.
Zacarías Capítulo 14:9
Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Zacarías Capítulo 14:10
Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
Zacarías Capítulo 14:11
Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.
Zacarías Capítulo 14:12
Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca.
Zacarías Capítulo 14:13
Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.
Zacarías Capítulo 14:14
Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia.
Zacarías Capítulo 14:15
Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos.
Zacarías Capítulo 14:16
Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Zacarías Capítulo 14:17
Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.
Zacarías Capítulo 14:18
Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Zacarías Capítulo 14:19
Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Zacarías Capítulo 14:20
En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar.
Zacarías Capítulo 14:21
Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.
Mateo Capítulo 24:1
Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
Mateo Capítulo 24:2
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
Mateo Capítulo 24:3
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Mateo Capítulo 24:4
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
Mateo Capítulo 24:5
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Mateo Capítulo 24:6
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Mateo Capítulo 24:7
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Mateo Capítulo 24:8
Y todo esto será principio de dolores.
Mateo Capítulo 24:9
Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
Mateo Capítulo 24:10
Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mateo Capítulo 24:11
Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
Mateo Capítulo 24:12
y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Mateo Capítulo 24:13
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mateo Capítulo 24:14
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mateo Capítulo 24:15
Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
Mateo Capítulo 24:16
entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
Mateo Capítulo 24:17
El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
Mateo Capítulo 24:18
y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
Mateo Capítulo 24:19
Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
Mateo Capítulo 24:20
Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
Mateo Capítulo 24:21
porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Mateo Capítulo 24:22
Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Mateo Capítulo 24:23
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
Mateo Capítulo 24:24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Mateo Capítulo 24:25
Ya os lo he dicho antes.
Mateo Capítulo 24:26
Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Mateo Capítulo 24:27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Mateo Capítulo 24:28
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
Mateo Capítulo 24:29
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Mateo Capítulo 24:30
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Mateo Capítulo 24:31
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Mateo Capítulo 24:32
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
Mateo Capítulo 24:33
Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
Mateo Capítulo 24:34
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
Mateo Capítulo 24:35
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mateo Capítulo 24:36
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mateo Capítulo 24:37
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Mateo Capítulo 24:38
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
Mateo Capítulo 24:39
y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Mateo Capítulo 24:40
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Mateo Capítulo 24:41
Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
Mateo Capítulo 24:42
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Mateo Capítulo 24:43
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Mateo Capítulo 24:44
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Mateo Capítulo 24:45
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
Mateo Capítulo 24:46
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
Mateo Capítulo 24:47
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
Mateo Capítulo 24:48
Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
Mateo Capítulo 24:49
y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
Mateo Capítulo 24:50
vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
Mateo Capítulo 24:51
y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Hechos Capítulo 2:1
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Hechos Capítulo 2:2
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Hechos Capítulo 2:3
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Hechos Capítulo 2:4
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos Capítulo 2:5
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Hechos Capítulo 2:6
Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
Hechos Capítulo 2:7
Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
Hechos Capítulo 2:8
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Hechos Capítulo 2:9
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
Hechos Capítulo 2:10
en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
Hechos Capítulo 2:11
cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Hechos Capítulo 2:12
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Hechos Capítulo 2:13
Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Hechos Capítulo 2:14
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Hechos Capítulo 2:15
Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Hechos Capítulo 2:16
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Hechos Capítulo 2:17
Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;
Hechos Capítulo 2:18
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
Hechos Capítulo 2:19
Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo;
Hechos Capítulo 2:20
El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;
Hechos Capítulo 2:21
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Hechos Capítulo 2:22
Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
Hechos Capítulo 2:23
a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hechos Capítulo 2:24
al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Hechos Capítulo 2:25
Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Hechos Capítulo 2:26
Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza;
Hechos Capítulo 2:27
Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Hechos Capítulo 2:28
Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.
Hechos Capítulo 2:29
Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
Hechos Capítulo 2:30
Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
Hechos Capítulo 2:31
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
Hechos Capítulo 2:32
A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Hechos Capítulo 2:33
Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Hechos Capítulo 2:34
Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
Hechos Capítulo 2:35
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Hechos Capítulo 2:36
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hechos Capítulo 2:37
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Hechos Capítulo 2:38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos Capítulo 2:39
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos Capítulo 2:40
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Hechos Capítulo 2:41
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Hechos Capítulo 2:42
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos Capítulo 2:43
Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Hechos Capítulo 2:44
Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
Hechos Capítulo 2:45
y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Hechos Capítulo 2:46
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Hechos Capítulo 2:47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Apocalipsis Capítulo 2:27
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;