golpeando
Éxodo Capítulo 21:15
El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.
Éxodo Capítulo 23:10
Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;
Éxodo Capítulo 23:11
mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.
Deuteronomio Capítulo 22:6
Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.
Deuteronomio Capítulo 22:7
Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
Proverbios Capítulo 10:1
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
Proverbios Capítulo 22:15
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
Proverbios Capítulo 23:13
No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
Proverbios Capítulo 23:14
Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.
Jeremías Capítulo 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Mateo Capítulo 23:9
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
Juan Capítulo 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan Capítulo 3:17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan Capítulo 18:1
Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.
Juan Capítulo 18:2
Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.
Juan Capítulo 18:3
Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.
Juan Capítulo 18:4
Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?
Juan Capítulo 18:5
Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.
Juan Capítulo 18:6
Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
Juan Capítulo 18:7
Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno.
Juan Capítulo 18:8
Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
Juan Capítulo 18:9
para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.
Juan Capítulo 18:10
Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Juan Capítulo 18:11
Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?
Juan Capítulo 18:12
Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,
Juan Capítulo 18:13
y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.
Juan Capítulo 18:14
Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.
Juan Capítulo 18:15
Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;
Juan Capítulo 18:16
mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
Juan Capítulo 18:17
Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
Juan Capítulo 18:18
Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
Juan Capítulo 18:19
Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Juan Capítulo 18:20
Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
Juan Capítulo 18:21
¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho.
Juan Capítulo 18:22
Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
Juan Capítulo 18:23
Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
Juan Capítulo 18:24
Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Juan Capítulo 18:25
Estaba, pues, Pedro en pie, calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No lo soy.
Juan Capítulo 18:26
Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él?
Juan Capítulo 18:27
Negó Pedro otra vez; y en seguida cantó el gallo.
Juan Capítulo 18:28
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.
Juan Capítulo 18:29
Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
Juan Capítulo 18:30
Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.
Juan Capítulo 18:31
Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;
Juan Capítulo 18:32
para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir.
Juan Capítulo 18:33
Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
Juan Capítulo 18:34
Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
Juan Capítulo 18:35
Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Juan Capítulo 18:36
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
Juan Capítulo 18:37
Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Juan Capítulo 18:38
Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.
Juan Capítulo 18:39
Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?
Juan Capítulo 18:40
Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.
Romanos Capítulo 12:18
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Romanos Capítulo 12:19
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Efesios Capítulo 4:32
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Colosenses Capítulo 3:19
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
2 Timoteo Capítulo 1:7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
1 Juan Capítulo 3:4
Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
1 Juan Capítulo 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Judas Capítulo 1:7
como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.