estorbador
Mateo Capítulo 19:14
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Lucas Capítulo 11:52
¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
Juan Capítulo 3:1
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Juan Capítulo 3:2
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Juan Capítulo 3:3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Juan Capítulo 3:4
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Juan Capítulo 3:5
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Juan Capítulo 3:6
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Juan Capítulo 3:7
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Juan Capítulo 3:8
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Juan Capítulo 3:9
Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?
Juan Capítulo 3:10
Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?
Juan Capítulo 3:11
De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
Juan Capítulo 3:12
Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
Juan Capítulo 3:13
Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
Juan Capítulo 3:14
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
Juan Capítulo 3:15
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan Capítulo 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan Capítulo 3:17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan Capítulo 3:18
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan Capítulo 3:19
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Juan Capítulo 3:20
Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Juan Capítulo 3:21
Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Juan Capítulo 3:22
Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.
Juan Capítulo 3:23
Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
Juan Capítulo 3:24
Porque Juan no había sido aún encarcelado.
Juan Capítulo 3:25
Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.
Juan Capítulo 3:26
Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.
Juan Capítulo 3:27
Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
Juan Capítulo 3:28
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
Juan Capítulo 3:29
El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.
Juan Capítulo 3:30
Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Juan Capítulo 3:31
El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.
Juan Capítulo 3:32
Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
Juan Capítulo 3:33
El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
Juan Capítulo 3:34
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.
Juan Capítulo 3:35
El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
Juan Capítulo 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Hechos Capítulo 2:42
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Romanos Capítulo 3:23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Romanos Capítulo 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
2 Corintios Capítulo 11:13
Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.
2 Corintios Capítulo 11:20
Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas.
Gálatas Capítulo 5:7
Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
1 Tesalonicenses Capítulo 2:18
por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.
Santiago Capítulo 1:2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Santiago Capítulo 1:3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago Capítulo 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago Capítulo 5:16
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
1 Pedro Capítulo 2:1
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
1 Pedro Capítulo 2:2
desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
1 Pedro Capítulo 2:3
si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
1 Pedro Capítulo 2:4
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
1 Pedro Capítulo 2:5
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1 Pedro Capítulo 2:6
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.|
1 Pedro Capítulo 2:7
Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
1 Pedro Capítulo 2:8
y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
1 Pedro Capítulo 2:9
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
1 Pedro Capítulo 2:10
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
1 Pedro Capítulo 2:11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
1 Pedro Capítulo 2:12
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
1 Pedro Capítulo 2:13
Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
1 Pedro Capítulo 2:14
ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
1 Pedro Capítulo 2:15
Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;
1 Pedro Capítulo 2:16
como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
1 Pedro Capítulo 2:17
Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
1 Pedro Capítulo 2:18
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
1 Pedro Capítulo 2:19
Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padiciendo injustamente.
1 Pedro Capítulo 2:20
Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.
1 Pedro Capítulo 2:21
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
1 Pedro Capítulo 2:22
el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
1 Pedro Capítulo 2:23
quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
1 Pedro Capítulo 2:24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
1 Pedro Capítulo 2:25
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.