buenas frutas
Mateo Capítulo 7:15
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Mateo Capítulo 7:16
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Mateo Capítulo 7:17
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
Mateo Capítulo 7:18
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Mateo Capítulo 7:19
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Mateo Capítulo 7:20
Así que, por sus frutos los conoceréis.
Juan Capítulo 15:16
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Gálatas Capítulo 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas Capítulo 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas Capítulo 5:24
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Gálatas Capítulo 5:25
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Gálatas Capítulo 5:26
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Efesios Capítulo 2:8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Colosenses Capítulo 1:10
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Hebreos Capítulo 10:24
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 3:13
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Santiago Capítulo 3:14
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
Santiago Capítulo 3:15
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Santiago Capítulo 3:16
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Santiago Capítulo 3:17
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Santiago Capítulo 3:18
Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Santiago Capítulo 4:1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Santiago Capítulo 4:2
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Santiago Capítulo 4:3
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Santiago Capítulo 4:4
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Santiago Capítulo 4:5
¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Santiago Capítulo 4:6
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Santiago Capítulo 4:7
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Santiago Capítulo 4:8
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Santiago Capítulo 4:9
Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Santiago Capítulo 4:10
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Santiago Capítulo 4:11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Santiago Capítulo 4:12
Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Santiago Capítulo 4:13
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
Santiago Capítulo 4:14
cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Santiago Capítulo 4:15
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Santiago Capítulo 4:16
Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
Santiago Capítulo 4:17
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.