fraude
Levítico Capítulo 19:11
No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.
Salmos Capítulo 37:21
El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.
Salmos Capítulo 44:21
¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.
Proverbios Capítulo 10:2
Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte.
Proverbios Capítulo 11:1
El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada.
Proverbios Capítulo 13:11
Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
Proverbios Capítulo 20:17
Sabroso es al hombre el pan de mentira; Pero después su boca será llena de cascajo.
Miqueas Capítulo 2:1
¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!
Miqueas Capítulo 2:2
Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
Miqueas Capítulo 2:3
Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.
Miqueas Capítulo 2:4
En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.
Miqueas Capítulo 2:5
Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.
Miqueas Capítulo 2:6
No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza.
Miqueas Capítulo 2:7
Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?
Miqueas Capítulo 2:8
El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra.
Miqueas Capítulo 2:9
A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza.
Miqueas Capítulo 2:10
Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente.
Miqueas Capítulo 2:11
Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo.
Miqueas Capítulo 2:12
De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres.
Miqueas Capítulo 3:1
Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?
Miqueas Capítulo 3:2
Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;
Miqueas Capítulo 3:3
que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.
Miqueas Capítulo 3:4
Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.
Miqueas Capítulo 3:5
Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él:
Miqueas Capítulo 3:6
Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.
Miqueas Capítulo 3:7
Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios.
Miqueas Capítulo 3:8
Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.
Miqueas Capítulo 3:9
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;
Miqueas Capítulo 3:10
que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia.
Miqueas Capítulo 3:11
Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.
Miqueas Capítulo 3:12
Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.
Lucas Capítulo 16:10
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Lucas Capítulo 16:11
Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
Lucas Capítulo 16:12
Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Lucas Capítulo 16:13
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Juan Capítulo 8:44
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Gálatas Capítulo 6:7
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
1 Timoteo Capítulo 6:9
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
1 Timoteo Capítulo 6:10
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Santiago Capítulo 5:4
He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Apocalipsis Capítulo 21:8
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.