primera dama de la iglesia
Génesis Capítulo 12:12
y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
Proverbios Capítulo 31:1
Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
Proverbios Capítulo 31:2
¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos?
Proverbios Capítulo 31:3
No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
Proverbios Capítulo 31:4
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
Proverbios Capítulo 31:5
No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
Proverbios Capítulo 31:6
Dad la sidra al desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.
Proverbios Capítulo 31:7
Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.
Proverbios Capítulo 31:8
Abre tu boca por el mudo En el juicio de todos los desvalidos.
Proverbios Capítulo 31:9
Abre tu boca, juzga con justicia, Y defiende la causa del pobre y del menesteroso. Elogio de la mujer virtuosa
Proverbios Capítulo 31:10
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Proverbios Capítulo 31:11
El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
Proverbios Capítulo 31:12
Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
Proverbios Capítulo 31:13
Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
Proverbios Capítulo 31:14
Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
Proverbios Capítulo 31:15
Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.
Proverbios Capítulo 31:16
Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
Proverbios Capítulo 31:17
Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.
Proverbios Capítulo 31:18
Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
Proverbios Capítulo 31:19
Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
Proverbios Capítulo 31:20
Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
Proverbios Capítulo 31:21
No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
Proverbios Capítulo 31:22
Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.
Proverbios Capítulo 31:23
Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Proverbios Capítulo 31:24
Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.
Proverbios Capítulo 31:25
Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.
Proverbios Capítulo 31:26
Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.
Proverbios Capítulo 31:27
Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.
Proverbios Capítulo 31:28
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:
Proverbios Capítulo 31:29
Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
Proverbios Capítulo 31:30
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Proverbios Capítulo 31:31
Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
Isaías Capítulo 62:3
Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.
Juan Capítulo 9:4
Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
1 Corintios Capítulo 11:3
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Gálatas Capítulo 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas Capítulo 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas Capítulo 5:24
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
1 Timoteo Capítulo 3:1
Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
1 Timoteo Capítulo 3:2
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
1 Timoteo Capítulo 3:3
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
1 Timoteo Capítulo 3:4
que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
1 Timoteo Capítulo 3:5
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
1 Timoteo Capítulo 3:6
no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
1 Timoteo Capítulo 3:7
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
1 Timoteo Capítulo 3:8
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
1 Timoteo Capítulo 3:9
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
1 Timoteo Capítulo 3:10
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
1 Timoteo Capítulo 3:11
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
1 Timoteo Capítulo 3:12
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
1 Timoteo Capítulo 3:13
Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
1 Timoteo Capítulo 3:14
Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,
1 Timoteo Capítulo 3:15
para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
1 Timoteo Capítulo 3:16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Tito Capítulo 2:2
Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
Tito Capítulo 2:3
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien;
Tito Capítulo 2:4
que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
1 Juan Capítulo 1:1
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida