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Algunos temas bíblicos

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A ... / gente molesta

gente molesta

Proverbios Capítulo 11:9

El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría.

Proverbios Capítulo 12:16

El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.

Proverbios Capítulo 14:29

El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.

Proverbios Capítulo 14:30

El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.

Proverbios Capítulo 14:31

El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.

Proverbios Capítulo 25:17

Detén tu pie de la casa de tu vecino, No sea que hastiado de ti te aborrezca.

Proverbios Capítulo 27:3

Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas.

Proverbios Capítulo 29:11

El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.

Eclesiastés Capítulo 7:8

Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.

Eclesiastés Capítulo 7:9

No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.

Mateo Capítulo 5:40

y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;

Lucas Capítulo 6:27

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;

Lucas Capítulo 6:28

bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

Lucas Capítulo 6:29

Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.

Lucas Capítulo 6:30

A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

Lucas Capítulo 6:31

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Lucas Capítulo 6:32

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.

Lucas Capítulo 6:33

Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.

Lucas Capítulo 6:34

Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.

Lucas Capítulo 6:35

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Lucas Capítulo 6:36

Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Efesios Capítulo 4:1

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,

Efesios Capítulo 4:2

con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

Efesios Capítulo 4:3

solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

2 Timoteo Capítulo 2:22

Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

2 Timoteo Capítulo 2:23

Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.

2 Timoteo Capítulo 2:24

Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;

2 Timoteo Capítulo 2:25

que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,

2 Timoteo Capítulo 2:26

y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Hebreos Capítulo 10:36

porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Santiago Capítulo 1:1

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.

Santiago Capítulo 1:2

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,

Santiago Capítulo 1:3

sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

Santiago Capítulo 1:4

Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Santiago Capítulo 1:5

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Santiago Capítulo 1:6

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

Santiago Capítulo 1:7

No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

Santiago Capítulo 1:8

El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Santiago Capítulo 1:9

El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;

Santiago Capítulo 1:10

pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.

Santiago Capítulo 1:11

Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.

Santiago Capítulo 1:12

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

Santiago Capítulo 1:13

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;

Santiago Capítulo 1:14

sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

Santiago Capítulo 1:15

Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Santiago Capítulo 1:16

Amados hermanos míos, no erréis.

Santiago Capítulo 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Santiago Capítulo 1:18

El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Santiago Capítulo 1:19

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

Santiago Capítulo 1:20

porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Santiago Capítulo 1:21

Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

Santiago Capítulo 1:22

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

Santiago Capítulo 1:23

Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

Santiago Capítulo 1:24

Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.

Santiago Capítulo 1:25

Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Santiago Capítulo 1:26

Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.

Santiago Capítulo 1:27

La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

Apocalipsis Capítulo 2:10

No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

Apocalipsis Capítulo 3:10

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

Apocalipsis Capítulo 3:11

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

Apocalipsis Capítulo 14:12

Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.