control de la ira
Salmos Capítulo 37:8
Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Salmos Capítulo 37:9
Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Proverbios Capítulo 12:16
El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
Proverbios Capítulo 14:17
El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido.
Proverbios Capítulo 15:1
La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Proverbios Capítulo 15:18
El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.
Proverbios Capítulo 16:32
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
Proverbios Capítulo 19:11
La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Proverbios Capítulo 22:24
No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos,
Proverbios Capítulo 29:11
El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.
Eclesiastés Capítulo 7:9
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
Mateo Capítulo 5:22
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Efesios Capítulo 4:26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
Efesios Capítulo 4:27
ni deis lugar al diablo.
Efesios Capítulo 4:31
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Colosenses Capítulo 3:8
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago Capítulo 4:1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Santiago Capítulo 4:2
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.