Damasco
Génesis Capítulo 14:15
Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.
2 Samuel Capítulo 8:5
Y vinieron los sirios de Damasco para dar ayuda a Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los sirios a veintidós mil hombres.
2 Samuel Capítulo 8:6
Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.
1 Reyes Capítulo 11:24
Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí, y le hicieron rey en Damasco.
2 Reyes Capítulo 14:28
Los demás hechos de Jeroboam, y todo lo que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y cómo restituyó al dominio de Israel a Damasco y Hamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
2 Reyes Capítulo 16:9
Y le atendió el rey de Asiria; pues subió el rey de Asiria contra Damasco, y la tomó, y llevó cautivos a los moradores a Kir, y mató a Rezín.
Isaías Capítulo 7:8
Porque la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco, Rezín; y dentro de sesenta y cinco años Efraín será quebrantado hasta dejar de ser pueblo.
Isaías Capítulo 17:1
Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas.
Isaías Capítulo 17:2
Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante.
Isaías Capítulo 17:3
Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos.
Isaías Capítulo 17:4
En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se enflaquecerá la grosura de su carne.
Isaías Capítulo 17:5
Y será como cuando el segador recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el que recoge espigas en el valle de Refaim.
Isaías Capítulo 17:6
Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová Dios de Israel.
Isaías Capítulo 17:7
En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
Isaías Capítulo 17:8
Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol.
Isaías Capítulo 17:9
En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, los cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación.
Isaías Capítulo 17:10
Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño.
Isaías Capítulo 17:11
El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado.
Isaías Capítulo 17:12
¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas.
Isaías Capítulo 17:13
Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino.
Isaías Capítulo 17:14
Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.
Jeremías Capítulo 49:23
Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.
Jeremías Capítulo 49:24
Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.
Jeremías Capítulo 49:25
¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo!
Jeremías Capítulo 49:26
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Jeremías Capítulo 49:27
Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.
Amós Capítulo 1:3
Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.
Amós Capítulo 1:4
Prenderé fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad.
Amós Capítulo 1:5
Y quebraré los cerrojos de Damasco, y destruiré a los moradores del valle de Avén, y los gobernadores de Bet-edén; y el pueblo de Siria será transportado a Kir, dice Jehová.
Zacarías Capítulo 9:1
La profecía de la palabra de Jehová está contra la tierra de Hadrac y sobre Damasco; porque a Jehová deben mirar los ojos de los hombres, y de todas las tribus de Israel.
Hechos Capítulo 9:1
Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
Hechos Capítulo 9:2
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
Hechos Capítulo 9:3
Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
Hechos Capítulo 9:4
y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Hechos Capítulo 9:5
El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Hechos Capítulo 9:6
El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Hechos Capítulo 9:7
Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.
Hechos Capítulo 9:8
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
Hechos Capítulo 9:9
donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Hechos Capítulo 9:10
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
Hechos Capítulo 9:11
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
Hechos Capítulo 9:12
y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
Hechos Capítulo 9:13
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
Hechos Capítulo 9:14
y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
Hechos Capítulo 9:15
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
Hechos Capítulo 9:16
porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
Hechos Capítulo 9:17
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Hechos Capítulo 9:18
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Hechos Capítulo 9:19
Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Hechos Capítulo 22:5
como el sumo sacerdote también me es testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados.
Hechos Capítulo 22:6
Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo;
Hechos Capítulo 22:7
y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Hechos Capítulo 22:8
Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.
Hechos Capítulo 22:9
Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo.
Hechos Capítulo 22:10
Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas.
Hechos Capítulo 22:11
Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco.
Hechos Capítulo 22:12
Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban,
Hechos Capítulo 22:13
vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
Hechos Capítulo 22:14
Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.
Hechos Capítulo 22:15
Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.
Hechos Capítulo 22:16
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
2 Corintios Capítulo 11:32
En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme;
2 Corintios Capítulo 11:33
y fui descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos.
Gálatas Capítulo 1:17
ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.