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A ... / alquimia

alquimia

Génesis Capítulo 2:7

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Génesis Capítulo 2:22

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

Éxodo Capítulo 4:1

Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.

Éxodo Capítulo 4:2

Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.

Éxodo Capítulo 4:3

El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.

Éxodo Capítulo 4:4

Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.

Éxodo Capítulo 4:5

Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.

Éxodo Capítulo 4:6

Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.

Éxodo Capítulo 4:7

Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.

Éxodo Capítulo 4:8

Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

Éxodo Capítulo 4:9

Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.

Éxodo Capítulo 4:10

Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

Éxodo Capítulo 4:11

Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?

Éxodo Capítulo 4:12

Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.

Éxodo Capítulo 4:13

Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.

Éxodo Capítulo 4:14

Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.

Éxodo Capítulo 4:15

Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.

Éxodo Capítulo 4:16

Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.

Éxodo Capítulo 4:17

Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.

Éxodo Capítulo 4:18

Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz.

Éxodo Capítulo 4:19

Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte.

Éxodo Capítulo 4:20

Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.

Éxodo Capítulo 4:21

Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

Éxodo Capítulo 4:22

Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

Éxodo Capítulo 4:23

Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.

Éxodo Capítulo 4:24

Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.

Éxodo Capítulo 4:25

Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.

Éxodo Capítulo 4:26

Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.

Éxodo Capítulo 4:27

Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó.

Éxodo Capítulo 4:28

Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado.

Éxodo Capítulo 4:29

Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel.

Éxodo Capítulo 4:30

Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo.

Éxodo Capítulo 4:31

Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.

Éxodo Capítulo 7:17

Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre.

Salmos Capítulo 12:6

Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.

Proverbios Capítulo 27:21

El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.

Isaías Capítulo 60:17

En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores.

Mateo Capítulo 4:1

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Mateo Capítulo 4:2

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Mateo Capítulo 4:3

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

Mateo Capítulo 4:4

Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo Capítulo 4:5

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

Mateo Capítulo 4:6

y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.

Mateo Capítulo 4:7

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Mateo Capítulo 4:8

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

Mateo Capítulo 4:9

y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Mateo Capítulo 4:10

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

Mateo Capítulo 4:11

El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Mateo Capítulo 4:12

Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;

Mateo Capítulo 4:13

y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,

Mateo Capítulo 4:14

para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

Mateo Capítulo 4:15

Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, alilea de los gentiles;

Mateo Capítulo 4:16

El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.

Mateo Capítulo 4:17

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Mateo Capítulo 4:18

Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

Mateo Capítulo 4:19

Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

Mateo Capítulo 4:20

Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

Mateo Capítulo 4:21

Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.

Mateo Capítulo 4:22

Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Mateo Capítulo 4:23

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Mateo Capítulo 4:24

Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.

Mateo Capítulo 4:25

Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

Marcos Capítulo 8:36

Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

Romanos Capítulo 12:1

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Romanos Capítulo 12:2

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Romanos Capítulo 12:3

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Romanos Capítulo 12:4

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,

Romanos Capítulo 12:5

así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

Romanos Capítulo 12:6

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

Romanos Capítulo 12:7

o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;

Romanos Capítulo 12:8

el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Romanos Capítulo 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

Romanos Capítulo 12:10

Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Romanos Capítulo 12:11

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

Romanos Capítulo 12:12

gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

Romanos Capítulo 12:13

compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

Romanos Capítulo 12:14

Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.

Romanos Capítulo 12:15

Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

Romanos Capítulo 12:16

Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.

Romanos Capítulo 12:17

No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.

Romanos Capítulo 12:18

Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

Romanos Capítulo 12:19

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Romanos Capítulo 12:20

Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.

Romanos Capítulo 12:21

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

1 Juan Capítulo 3:1

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

1 Juan Capítulo 3:2

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

1 Juan Capítulo 3:3

Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

1 Juan Capítulo 3:4

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

1 Juan Capítulo 3:5

Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.

1 Juan Capítulo 3:6

Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.

1 Juan Capítulo 3:7

Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.

1 Juan Capítulo 3:8

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

1 Juan Capítulo 3:9

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

1 Juan Capítulo 3:10

En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

1 Juan Capítulo 3:11

Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.

1 Juan Capítulo 3:12

No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

1 Juan Capítulo 3:13

Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.

1 Juan Capítulo 3:14

Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

1 Juan Capítulo 3:15

Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

1 Juan Capítulo 3:16

En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

1 Juan Capítulo 3:17

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?

1 Juan Capítulo 3:18

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

1 Juan Capítulo 3:19

Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;

1 Juan Capítulo 3:20

pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.

1 Juan Capítulo 3:21

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;

1 Juan Capítulo 3:22

y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.

1 Juan Capítulo 3:23

Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.

1 Juan Capítulo 3:24

Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Apocalipsis Capítulo 2:7

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Apocalipsis Capítulo 2:17

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Apocalipsis Capítulo 3:18

Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.