conducta
Deuteronomio Capítulo 28:47
Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,
Deuteronomio Capítulo 28:48
servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.
Proverbios Capítulo 20:11
Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta.
Proverbios Capítulo 25:26
Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el justo que cae delante del impío.
Proverbios Capítulo 29:15
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Mateo Capítulo 5:38
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Mateo Capítulo 5:39
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
Mateo Capítulo 7:1
No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo Capítulo 7:2
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
Lucas Capítulo 10:27
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Juan Capítulo 7:24
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Juan Capítulo 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Romanos Capítulo 12:9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Romanos Capítulo 12:10
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Romanos Capítulo 12:11
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
Romanos Capítulo 12:12
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
Romanos Capítulo 12:13
compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
Romanos Capítulo 12:14
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
Romanos Capítulo 12:15
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Romanos Capítulo 12:16
Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Romanos Capítulo 12:17
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
Romanos Capítulo 12:18
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Romanos Capítulo 12:19
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Romanos Capítulo 12:20
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
Romanos Capítulo 12:21
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Romanos Capítulo 13:4
porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
Efesios Capítulo 5:3
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
Efesios Capítulo 5:4
ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
1 Pedro Capítulo 1:15
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
1 Pedro Capítulo 3:1
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
1 Pedro Capítulo 3:2
considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
1 Pedro Capítulo 3:3
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
1 Pedro Capítulo 3:4
sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
1 Pedro Capítulo 3:5
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;
1 Pedro Capítulo 3:6
como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
1 Pedro Capítulo 3:7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
1 Pedro Capítulo 3:8
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
1 Pedro Capítulo 3:9
no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
1 Pedro Capítulo 3:10
Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;
1 Pedro Capítulo 3:11
Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.
1 Pedro Capítulo 3:12
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
1 Pedro Capítulo 3:13
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
1 Pedro Capítulo 3:14
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
1 Pedro Capítulo 3:15
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
1 Pedro Capítulo 3:16
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
1 Pedro Capítulo 3:17
Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
1 Pedro Capítulo 3:18
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;