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A ... / un marido

un marido

Génesis Capítulo 2:24

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Proverbios Capítulo 5:18

Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud,

Proverbios Capítulo 5:19

Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.

Proverbios Capítulo 18:22

El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.

Proverbios Capítulo 19:14

La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer prudente.

Eclesiastés Capítulo 9:9

Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.

Malaquías Capítulo 2:14

Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.

Malaquías Capítulo 2:15

¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.

1 Corintios Capítulo 7:3

El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.

1 Corintios Capítulo 7:10

Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

1 Corintios Capítulo 7:11

y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.

1 Corintios Capítulo 11:3

Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

Efesios Capítulo 5:25

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

Efesios Capítulo 5:26

para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

Efesios Capítulo 5:27

a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Efesios Capítulo 5:28

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

Efesios Capítulo 5:29

Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

Efesios Capítulo 5:30

porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

Efesios Capítulo 5:31

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

Efesios Capítulo 5:32

Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

Efesios Capítulo 5:33

Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Colosenses Capítulo 3:19

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

1 Timoteo Capítulo 3:2

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;

1 Timoteo Capítulo 5:8

porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

1 Pedro Capítulo 3:1

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

1 Pedro Capítulo 3:2

considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

1 Pedro Capítulo 3:3

Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,

1 Pedro Capítulo 3:4

sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

1 Pedro Capítulo 3:5

Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;

1 Pedro Capítulo 3:6

como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.

1 Pedro Capítulo 3:7

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

1 Pedro Capítulo 3:8

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;

1 Pedro Capítulo 3:9

no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

1 Pedro Capítulo 3:10

Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;

1 Pedro Capítulo 3:11

Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.

1 Pedro Capítulo 3:12

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

1 Pedro Capítulo 3:13

¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?

1 Pedro Capítulo 3:14

Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,

1 Pedro Capítulo 3:15

sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

1 Pedro Capítulo 3:16

teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.

1 Pedro Capítulo 3:17

Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.

1 Pedro Capítulo 3:18

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

1 Pedro Capítulo 3:19

en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,

1 Pedro Capítulo 3:20

los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.

1 Pedro Capítulo 3:21

El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,

1 Pedro Capítulo 3:22

quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.