discriminación
1 Samuel Capítulo 16:7
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Proverbios Capítulo 6:16
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
Proverbios Capítulo 6:17
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
Proverbios Capítulo 6:18
El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,
Proverbios Capítulo 6:19
El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. Amonestación contra el adulterio
Mateo Capítulo 5:44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Mateo Capítulo 7:12
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Marcos Capítulo 12:31
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Hechos Capítulo 10:34
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,
Romanos Capítulo 2:11
porque no hay acepción de personas para con Dios.
Gálatas Capítulo 3:27
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Gálatas Capítulo 3:28
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gálatas Capítulo 3:29
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
Gálatas Capítulo 5:14
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Santiago Capítulo 2:2
Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,
Santiago Capítulo 2:3
y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
Santiago Capítulo 2:4
¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?