desarrollar el carácter cristiano
Rut Capítulo 1:1
Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.
Rut Capítulo 1:2
El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.
Rut Capítulo 1:3
Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,
Rut Capítulo 1:4
los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.
Rut Capítulo 1:5
Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.
Rut Capítulo 1:6
Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.
Rut Capítulo 1:7
Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.
Rut Capítulo 1:8
Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
Rut Capítulo 1:9
Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron,
Rut Capítulo 1:10
y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo.
Rut Capítulo 1:11
Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?
Rut Capítulo 1:12
Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos,
Rut Capítulo 1:13
¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.
Rut Capítulo 1:14
Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.
Rut Capítulo 1:15
Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
Rut Capítulo 1:16
Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Rut Capítulo 1:17
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.
Rut Capítulo 1:18
Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
Rut Capítulo 1:19
Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?
Rut Capítulo 1:20
Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.
Rut Capítulo 1:21
Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
Rut Capítulo 1:22
Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.
Salmos Capítulo 119:105
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Juan Capítulo 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Hechos Capítulo 4:13
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
Romanos Capítulo 5:3
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
Romanos Capítulo 5:4
y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
Romanos Capítulo 5:5
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos Capítulo 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos Capítulo 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Gálatas Capítulo 5:22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gálatas Capítulo 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Filipenses Capítulo 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Colosenses Capítulo 1:1
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
Colosenses Capítulo 1:2
a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Colosenses Capítulo 1:3
Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Colosenses Capítulo 1:4
habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos,
Colosenses Capítulo 1:5
a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
Colosenses Capítulo 1:6
que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
Colosenses Capítulo 1:7
como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,
Colosenses Capítulo 1:8
quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.
Colosenses Capítulo 1:9
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
Colosenses Capítulo 1:10
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Colosenses Capítulo 1:11
fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
Colosenses Capítulo 1:12
con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
Colosenses Capítulo 1:13
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
Colosenses Capítulo 1:14
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Colosenses Capítulo 1:15
El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Colosenses Capítulo 1:16
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Colosenses Capítulo 1:17
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Colosenses Capítulo 1:18
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Colosenses Capítulo 1:19
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
Colosenses Capítulo 1:20
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Colosenses Capítulo 1:21
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
Colosenses Capítulo 1:22
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
Colosenses Capítulo 1:23
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Colosenses Capítulo 1:24
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Colosenses Capítulo 1:25
de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
Colosenses Capítulo 1:26
el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
Colosenses Capítulo 1:27
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
Colosenses Capítulo 1:28
a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
Colosenses Capítulo 1:29
para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Santiago Capítulo 1:1
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Santiago Capítulo 1:2
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Santiago Capítulo 1:3
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago Capítulo 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago Capítulo 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago Capítulo 1:6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago Capítulo 1:7
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Santiago Capítulo 1:8
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago Capítulo 1:9
El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación;
Santiago Capítulo 1:10
pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.
Santiago Capítulo 1:11
Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.
Santiago Capítulo 1:12
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Santiago Capítulo 1:13
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
Santiago Capítulo 1:14
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Santiago Capítulo 1:15
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Santiago Capítulo 1:16
Amados hermanos míos, no erréis.
Santiago Capítulo 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Santiago Capítulo 1:18
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Santiago Capítulo 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Santiago Capítulo 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago Capítulo 1:21
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Santiago Capítulo 1:22
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Santiago Capítulo 1:23
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Santiago Capítulo 1:24
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Santiago Capítulo 1:25
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Santiago Capítulo 1:26
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Santiago Capítulo 1:27
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
2 Pedro Capítulo 1:5
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
2 Pedro Capítulo 1:6
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
2 Pedro Capítulo 1:7
a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
1 Juan Capítulo 2:1
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1 Juan Capítulo 2:2
Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan Capítulo 2:3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
1 Juan Capítulo 2:4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
1 Juan Capítulo 2:5
pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
1 Juan Capítulo 2:6
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
1 Juan Capítulo 2:7
Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
1 Juan Capítulo 2:8
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
1 Juan Capítulo 2:9
El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
1 Juan Capítulo 2:10
El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
1 Juan Capítulo 2:11
Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
1 Juan Capítulo 2:12
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
1 Juan Capítulo 2:13
Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
1 Juan Capítulo 2:14
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
1 Juan Capítulo 2:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1 Juan Capítulo 2:16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan Capítulo 2:17
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan Capítulo 2:18
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
1 Juan Capítulo 2:19
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
1 Juan Capítulo 2:20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1 Juan Capítulo 2:21
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
1 Juan Capítulo 2:22
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
1 Juan Capítulo 2:23
Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
1 Juan Capítulo 2:24
Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
1 Juan Capítulo 2:25
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
1 Juan Capítulo 2:26
Os he escrito esto sobre los que os engañan.
1 Juan Capítulo 2:27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
1 Juan Capítulo 2:28
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
1 Juan Capítulo 2:29
Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
1 Juan Capítulo 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
1 Juan Capítulo 5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.
1 Juan Capítulo 5:2
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
1 Juan Capítulo 5:3
Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
1 Juan Capítulo 5:4
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
1 Juan Capítulo 5:5
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
1 Juan Capítulo 5:6
Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.
1 Juan Capítulo 5:7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
1 Juan Capítulo 5:8
Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
1 Juan Capítulo 5:9
Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.
1 Juan Capítulo 5:10
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
1 Juan Capítulo 5:11
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
1 Juan Capítulo 5:12
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan Capítulo 5:13
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
1 Juan Capítulo 5:14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan Capítulo 5:15
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan Capítulo 5:16
Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.
1 Juan Capítulo 5:17
Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.
1 Juan Capítulo 5:18
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
1 Juan Capítulo 5:19
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
1 Juan Capítulo 5:20
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
1 Juan Capítulo 5:21
Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.
Apocalipsis Capítulo 1:1
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,